Padre Soltero (Joe Jonas y TN)

Capítulo 1: Corazón Roto

Las semanas siguientes se convirtieron en un torbellino de emociones para Joe y Sophie. El regreso de Sophie a Inglaterra estaba cada vez más cerca, y el proceso de separación se volvía más doloroso con cada día que pasaba.

Los días transcurrían entre los preparativos para el viaje de Sophie y las noches en las que Joe pasaba tiempo de calidad con sus hijas, tratando de crear recuerdos que duraran hasta su regreso. Se dedicaba a jugar con W y D, a contarles cuentos antes de dormir y a llenar cada instante con amor y risas, consciente de que no sabía cuándo volvería a ver sus sonrisas en persona.

Una tarde, cuando Sophie estaba ocupada haciendo las maletas, Joe encontró un viejo álbum de fotos de la familia. Se sentó en el suelo de la habitación de las niñas y comenzó a hojear las páginas, reviviendo momentos felices y melancólicos. Cada imagen contaba una historia de amor y alegría, y también de desafíos superados juntos.

Mientras tanto, las niñas, W y D, correteaban alrededor de la casa, felices y sin entender completamente la magnitud de la situación. W, la mayor de las dos, le preguntó a Joe por qué su mamá se iba. Joe se arrodilló y la abrazó, explicándole de la manera más dulce que podía que su mamá tenía que ir a trabajar, pero que volvería pronto.

Sophie, por su parte, lidiaba con sus propias emociones. Mientras empacaba, encontró una carta que Joe le había escrito en los primeros días de su relación. La carta estaba llena de amor y promesas de un futuro juntos. Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras leía cada palabra, recordando el tiempo en que su amor estaba en pleno florecimiento.

El día del viaje finalmente llegó. Joe y Sophie acompañaron a las niñas al aeropuerto, y fue un momento agridulce cuando llegó el momento de despedirse. W, la pequeña de 3 años, se abrazó a Joe con fuerza, lágrimas en los ojos, mientras D, de tan solo 1 año, miraba con curiosidad a su alrededor, sin comprender del todo lo que ocurría.

Sophie les prometió que estarían de vuelta con su papá en 20 días y les dio un beso cariñoso antes de abordar el avión. Joe observó la escena con un nudo en la garganta, sintiendo que un pedazo de su corazón se iba con ellas.

Sophie, con lágrimas en los ojos, se volvió hacia Joe. "Cuidarás de ellas, ¿verdad?"

Joe asintió, con los ojos también llenos de lágrimas. "Siempre. Prometo que estaré aquí para ellas, pase lo que pase."

Las niñas se despidieron de su padre, sin comprender completamente la magnitud de la distancia que ahora los separaba. Mientras el avión despegaba y Sophie y las niñas se alejaban en el horizonte, Joe quedó atrás, con el corazón roto pero decidido a ser el mejor padre que podía ser para W y D. El camino que tenía por delante sería difícil, pero haría todo lo posible por mantener su promesa de volver a estar con sus pequeñas en 20 días.
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