Capitulo 3

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Erika.










  —Ya Cooper dijo la respuesta —Se burlo Maira al ver a Lukas y a Carmen despertar adoloridos y asustados por haberse perdido el final juego—. Por cierto.. a que horas salimos de casa? —Pregunto con el ceño fruncido.

Hice una mueca y trate de ocultar mi rostro un poco rojo de la vergüenza, porque según mis hermanas cada que hiciéramos algo como esto -que siendo honesta casi nunca pasaba-  yo me tenia que encargar de llevar la cuenta de la hora en la que salimos de casa, cuanto era el tiempo desde esta a nuestro destino y así mismo tomar nota de la hora en la que dejábamos el lugar que habíamos visitado, también cuanto era tiempo pasamos ahí -mis hermanas son unas doñas perfeccionistas lo se- pero no pude hacer nada de eso por la culpa del tonto de Lukas.

Ademas tenia un chichón en la frente.

  —Bueno ahora mismo es la 1:20 pm —Enuncio Cooper mirando la hora en su celular.

  —Y todavía no vamos ni a la mitad del camino.

Maira soltó un suspiro un poco frustrada, supongo que ya le dolía el trasero de ir sentada.

Hice una mueca ante mipropio pensamiento y mire por la ventana.

El auto estuvo unos cuantos minutos en silencio cuando Carmen se retorcio en su asiento. Me voltee a verla con una mirada confundida y justamente cuando iba a preguntarle si estaba bien, los gruñidos de su estomago se escucharon indicando que tenia hambre y por eso su acción anterior.

  —Lo siento por eso  —Se disculpo apenada con las mejillas y cara roja —. Pero es que.. hace hambre, no creen? —Continuo mirándonos con suplica.

Todos en el auto -a excepción de Carmen claro- soltamos una corta carcajada lo cual hizo que ella nos volteara a ver mal.

Bueno, realmente la entendía, no habíamos comido nada después del desayuno y ya era bastante tarde incluso la hora del almuerzo había pasado y yo también moría por poder comer algo ya. Pronto Maira estaciono el auto en el parqueo de un restaurante muy conocido y amado por mí.

  —Yo invito la comida y tu manejas de regreso a casa —Ella abrió la puerta del auto con una mano y con la otra le apunto con su dedo indice.

Carmen asintió sin darle mucha importancia puesto que ella -al igual que yo- solo queríamos poder comer algo antes de que pudiéramos saltar por la ventana.

Sonreí cuando entramos al lugar y las señoras de siempre nos saludaron para que luego alguien nos guiara a nuestra mesa.  

Las tres conocíamos perfectamente el lugar porque vinimos un par de veces cuando éramos más pequeñas y la comida -y no lo decía simplemente porque yo también era de Centroamérica o mas específicamente de El Salvador- era extremadamente deliciosa.

Mis hermanas y e incluso Lukas le explicaron algunas cosas acerca del restaurante y su comida a Cooper quien parecía un poco sorprendido mirando al rededor del restaurante ellos también le platicaron acerca de nuestras raíces, después de todo Lukas también había nacido en Estados Unidos con la única diferencia de que su mamá era de Honduras, y su papá un canadiense alto y rubio con unos preciosos ojos verde esmeralda y eso explicaba el guapo físico de amigo que era literalmente igual a su padre cuando este era mas joven.

 Aclarando también que parte de nuestra familia era salvadoreña  pero que mis hermanas y yo habíamos nacido en estados unidos Cooper sonrió con diversión y se volteo seriamente a su amigo.

  —No me habías dicho nada de esto eh —Le reprocho.

  —Tu nunca me preguntaste! —Se defendió Lukas poniendo los ojos en blanco.

EN OTRA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora