~Epílogo~

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   El ciervo con toda su furia nos miró y mientras las hojas de los árboles caían y se retorcian las ramas por la fuerza de esa cosa, el ciervo con una voz demoníaca, una voz que jamás había podido escuchar de nada de éste mundo exclamó:
- Ustedes dos humanos, yo cree éste bosque hace mas de dos mil años con todo mi odio, con el rencor y las penas que puedan existir sobre el infierno y la tierra, pero por primera vez veo a dos humanos que no se suicidan, que no sucumben ante el terror, que logran conseguir la salida, y por lo tanto, serán los primeros que tendré que matar con mis garras.

Ariana se retorció del miedo, las lágrimas le salieron, sabía que no iba a sobrevivir, íbamos a morir, pero yo pelearia hasta el final, así que tomé postura, el ciervo me miró algo extrañado y sorprendido, a lo que soltó una carcajada y dijo:
- Nunca había visto humanos tan valientes y tan fuertes, ¿es esto a lo que llaman amor? Jah, bueno, en ese caso les daré un premio: solo uno de ustedes saldrá vivo de aquí, así que decidan quien, ustedes tienen sus propias vidas en sus manos.

Sin vacilar ni titubear vi esto como una oportunidad, si sacaba a Ariana con vida ella y el bebé se salvarían, es lo mejor que podría hacer, moriría orgulloso de saber que logré salvarle la vida a mi pequeña família, así que con fuerza, sin dudarlo, y sin dejarle oportunidad a Ariana de que dijera algo yo exclamé:
- Vamos, me elijo a mi mismo, mátame y deja que ella salga tranquila de aquí.

El ciervo sonrió sarcasticamente y dijo:
- Jah, buen intento mortal, pero no puedes engañar a un demonio, ella lleva un bebé en el vientre, y son dos personas, por lo tanto no puedo dejarla ir intacta. Solo sale uno, decidan.

Ariana llena en llanto, penas y angustia preguntó:
- ¿Al bebé si lo podrías salvar? ¿lo podrías sacar de aquí?

Y el ciervo asentó la cabeza en simbolizacion de que si podía.

   Y por eso pedí una hojas para escribir, éstas hojas, para poder dedicarte ésto a ti, y decirte que: hijo, si lees ésto discúlpanos a tu madre y a mi por no poder vivir contigo, discúlpanos por no estar presentes para ti. Pero aunque no nos veas siempre estaremos contigo, estaremos presentes en tu corazón, la echamos a perder, nunca debimos venir aquí, nunca debimos arriesgar todo lo que teníamos. Pero debes saber que te amamos y que te elegimos a ti por encima de todas las cosas, que te dimos la oportunidad de vivir, y que esperamos que aproveches tu vida, que consigas alguien como tu madre o como yo para cuidarla, tengas hijos algún día, les des lo que no pudimos darte a ti y que nos perdones, te lo pedimos. Y nunca vengas a éste maldito lugar.
Te amamos con todo nuestro corazón, Atte: Ariana y Christopher (Tus padres por siempre).

Aokigahara: El bosque del suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora