~El ciervo maldito~

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Tras seguir caminando por un rato, con todas nuestras penas encima, seguimos un horrible panorama, un horrible y espeluznante lugar, teníamos visiones de la muerte, a lo lejos se escuchaban mas alaridos del ciervo, los muertos nos perseguían, todo el peso del bosque se nos venía abajo, no sentíamos la brisa, no sentíamos el ruido de algún lago, era como caminar entre cadenas de muerte que nos apresaban cada vez mas. Creo que nuestro amor, nuestras ganas de vivir y regalar una buena vida al bebé fue lo que nos movía entre esos cadáveres, entre esas penumbras.

   Me logré dar cuenta de que ese ciervo era el jefe de éste lugar, el que tenía así a todo el bosque, eso era lo mas lógico, aunque... Dos simples mortales no podrían hacer nada contra eso, así que cualquier idea no valía de nada, supongo, solo quedaba escapar, correr, huir, y salvar nuestras vidas.

Al parecer llegó el final, vi la luz, ésta vez si era una salida, era la salida del bosque, pero igual algo andaba mal, no se porque pero no sentía gran cambio en el ambiente, todo seguía maldito, todo era una desgracia.

Por fín lográbamos llegar a la salida, casi respiraba el aire normal del mundo exterior, el aroma de las flores, casi podía escuchar el sonido de los pájaros ¿acabó la pesadilla? ¿salimos con vida?.. Y en ése momento apareció el ciervo ante nuestros ojos, en medio de nuestro camino, el se topaba entre nosotros y nuestra amada libertad, supuse que era el fin, ¿nos atacará? ¿nos matará? No logramos hacer nada. Y tan cerca que estuvimos de salir, tan cerca que estuvimos de probar la gloria de salir con vida, a punto estuvimos de tener otra historia para contar al mundo. El ciervo, o lo que sea que fuese esa cosa, desprendía odio, el mayor que pudiese haber sentido en mi vida, sus sentimientos penetraron mi alma como los rayos del sol a las hojas de un árbol, sólo que éstos sentimientos no eran calidos, eran ardientes como el mismo fuego de las llamas del infierno y el purgatorio juntos en dos ojos. Sin duda ese ciervo era el problema en ese bosque, nos miraba con esa oscura mirada, creo que ahora si, justo aquí, justo ahora, en éste momento es cuando acaba todo...

Aokigahara: El bosque del suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora