✧ X: ❝ ¿? ❞ ✧

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Por supuesto que en ese momento a Felix se le cayó el mundo, miles de preguntas resonaban en su cabeza.

"¿Ahora que voy a hacer?"

"¿Debería decirle a Hyunjin?"

Entre estas y algunas otras. Las lágrimas no tardaron en resbalar por sus mejillas, se sentía inútil, toda su vida ahora era una mierda, para empezar, tenía que ocultarse siempre usando vestidos y pelucas de largo cabello, ahora un bebé.

—Felix... —Jeongin lo abrazo—. No te sientas mal, tal vez todo puede salir bien...

—No Jeongin, yo no puedo tener a ese bebé, no lo quiero, por su culpa van a pasar muchas cosas, debo hacer algo, no lo quiero...—dijo desesperado.

—Felix, tú bebé no tiene la culpa de nada, no lo rechaces, el mismo té escogió como su madre, el si te quiere—explicó.

Claro que eran ciertas esas palabras, pero ahora el rubio estaba tan triste y pensando en el desprecio que se ganaría. Tomó sus cosas y se fue de la casa de su amigo.

Felix llego al palacio y se fue directo a su habitación, se escondió entre las finas sábanas de su cama, sacando todo su dolor.

Tal vez si nunca hubiera dejado que Hyunjin le pusiera una mano encima, todo seguiría como antes, ni bien ni mal, y ahora todo estaba peor.

Escucho como daban ligeros golpes a la puerta.

Al no recibir respuesta, Minho entró.

Lixie.

—Minho... por favor, vete, no te quiero ver ni escuchar—murmuro bajito.

—S-Solo, por favor perdóname, de verdad.

—No te voy a perdonar todo lo que me hiciste, vete.

...

Tres meses después.

Felix se encontraba en un colegio en Suiza, nadie más que Jeongin sabía sobre su embarazo, y sobre eso, las cosas no iban del todo bien debido a la falta de paternidad y al rechazo que él omega le tenía a su propio hijo.

In, quien amablemente se mudó con el rubio a Suiza para hacerle compañía, debido a que sentía que debía ser un apoyo para el otro así que ahora eran compañeros de un bonito y lujoso departamento.

Era la mañana de un viernes, ambos estaban durmiendo en la misma cama, debido a que Felix había llegado a acurrucarse con el en la madrugada.

—Jeongin... —murmura con sueño—. No quiero ir a clases hoy, me siento cansado...

—Cuanta suerte tienes, Lix. Acaban de avisar que hoy no habrá clases hasta el martes. Deberíamos ir de shopping. Tal vez puedas comprarle cositas a tu bebé, por ejemplo ropi... —dejó de hablar cuando noto la expresión de enojo del otro.

—No. 

—¿Otra vez rechazando a ese pobrecito bebé?

—Si. Mi vida iría mejor sin vomitos, ascos, mareos, dolor de pies, entre otras cosas, sin contar el echo de que cuando cumpla los nueve meses de gestación, tendré que volver al palacio y tal vez las reacciones de ellos no sean tan buenas. Aparte de que... Hyunjin lo sabrá.

—Basta, si yo fuera el bebé, lloraba, como es que odiarías tanto a algo que está creciendo dentro de ti y te escogió como su madre, porque te quiere, pero tú solo le dices que no lo quieres.

Eso dejo pensando a Felix...

Tal vez si lo estaba haciendo mal

 ADARLAND | Hyunlix  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora