𝘤𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘴𝘪𝘹𝘵𝘺 -𝘯𝘪𝘯𝘦

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𝑀𝑖 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑜 𝑎𝑚𝑎𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟: 𝐴𝑚𝑎𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟, 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 1

𝘛𝘞𝘌𝘓𝘝𝘌

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_____ Swan

La semana pasó volando, mi cuerpo ya no se sentía débil, mi piel volvía a tonarse del color de antes, los huesos ya no se notaban tanto en mi cuerpo.

Hoy había decidido en hablarle a Charlie, ya me sentía mejor y mi voz ya no sonaría insegura como antes.

— ya suenas mejor —dijo Charlie del otro lado del teléfono.

— lo estoy, estoy mucho mejor

— todo esto debe ver arruinado tu luna de miel, ¿no?

— si, algo

— en lo demás, ¿te gusta la vida de casada? ¿Edward sigue caminado sobre las aguas y todo eso?

— si pero es diferente ahora —pequeñas lágrimas recorrían mi rostro.

— lo importante es que estes mejor y que pronto estarás en casa ¿no?

— tío no quiero que te preocupes pero me iré a un centro médico en Suiza

— ¿que? No, no, no lo harás, no te irás a Suiza ¿por que? ¿Que acaso no estás mejor?

— lo estoy

— no _____, tomaré un avión, no

— No, es más bien como un apoyo para la carrera y seguramente ya estaría mejor para cuando tú llegarás

— ____ yo no se

— no vengas, imagíname sana. Como si estuviera ahí sentada comiendo pizza, riendo con Bella o algo

— ¿quieres que visualice?

—dicen que ayuda

— visualíceme así, como yo era, me hará sentir mejor. Tengo que dejarte

— ____..

— te quiero mucho —colgué antes de que siguiera. Fue doloroso despedirme de él.

Escuche los osos de Edward acercarse, me limpie las lágrimas y me gire a él.

— lamentó haberme enojado tanto —tome su mano.

— yo estaría igual

— te he dejado sola en esto —negué sonriendo.

—matrimonio

— dicen que el primer año es el más duro —sonreí. Su expresión cambió a estar confundido pero con una sonrisa—. ¿Que cosa?

— ¿Que?

— oí algo que... —se enfocó en mi barriga y puso su mano en ella—. Di algo más

— ¿como que? —pregunté confundida y el sonrió—. ¿Edward que ocurre?

— le gusta el sonido de tu voz

— estas oyendo ¿cómo?

— de mi mente —puse rápidamente mi mano en mi panza tocando la suya—. También le gusta la mía

— ¿que? ¿Qué oyes?

— es tan extraño, creí que era como yo pero es como tú —sonreí, el acomodo mejor sus dos maños—: bueno y puro. Esta feliz —sonreí a no poder más.

El me escuchaba, nos escuchaba, sabía que éramos sus papás.

—claro que si, claro que eres feliz como no ibas hacerlo —empecé hablarle—. Sabes cuánto te amo... ¿que, qué oyes ahora?

Mi Nuevo Amanecer (crepúsculo) //Edward CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora