ꨄ︎Te Amo [5S] |•Kooktae•|

𝐕

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Cuando al fin pudieron calmarse, depositó suavemente el cuerpo desmenuzado del menor sobre la cama, cuando lo hizo se alejó un poco, tratando de encarar al castaño, y vaya espectáculo.

Taehyung simplemente estaba... hermoso... era su más grande obra de arte y cuidaría aquella obra tanto que su propia vida dependería de ello.

—¿Cómo estás amor?... ¿Te duele algo?...¿Fui muy duro?— Una serie de preguntas dejaron sus labios, preocupado de haber podido lastimar al menor. Sin embargo, este negó débilmente, llamando a Jungkook para que le diera un beso.

—N-no Kook, no me lastimaste...D-de hecho, fue grandioso... gracias por llevarme al cielo y traerme de vuelta—Sonrió enternecidamente hacia el mayor, se removió en su lugar, un poco incómodo por la posición—Ahora solo quiero... que me abraces por favor—Musitó bajo, mirando detrás de sus pestañas al mayor, este rápidamente asintió, acomodando a ambos, quedando así en posición de cucharita, Taehyung delante de él.

Mucho mejor así

Ambos suspiraron y disfrutaron plenamente del calor y compañía del otro, Taehyung comenzó a tararear una hermosa melodía y Jungkook comenzó a mecerlos a ámbos, llevándolos poco a poco al sueño profundo.

—¿Jungkook?—Taehyung habló, interrumpiendo la calmada atmósfera que se había creado.

—Sí ¿dime?

—¿Cómo... Cómo llegaste aquí?

Jungkook tragó, se le había olvidado por completo comentarle de eso a Taehyung.

—Bueno... no fue nada fácil de hecho... me escapé.

—¡¿Qué?!— Taehyung abrió los ojos en demasía y se movió para encarar al mayor, pero una fuerte punzada en su zona de retaguardia lo impidió, provocandole un quejido —Agh~..

—Cuidado, no te fuerzes—Le advirtió, volviendo a acomodarlo en su antigua posición.

—Está bien...—Susurró, volviendo a recostarse como antes, volteó un poco el rostro, tratando de mirar a Jungkook —P-pero, ¿Cómo así que te escapaste? ¿Es acaso eso posible? Digo, estabas en la guerra, en el epicentro de la muerte ¿cómo lo lograste?

—Si... bueno, como te mencioné no fue nada fácil, durante meses estuve esperando el momento perfecto para poder llevar a cabo mi plan de escape, sabía que si seguía en ese lugar tarde o temprano moría a manos de soldados enemigos, ellos nos llevaban una muy grande ventaja, casi el sesenta por ciento de mi cuadrilla fue masacrada por ellos, éramos muy pocos y ya no podíamos hacer nada contra aquellos soldados, estaban dementes, parecían totalmente fuera de sí, no les importaba morir con tal matar a un par de nosotros— Explicó Jungkook, llegando a su mente los recuerdos de aquellos momentos— Una vez entró uno a nuestra trinchera, lucía aparentemente herido y buscada ayuda, no pudimos negarsela, sin embargo, momentos después sacó una pequeña arma que llevaba escondida y comenzó a disparale a mis compañeros, rápidamente saqué mi arma y le disparé en la cabeza, pensé que ahí había terminado todo, pero después se escuchó un pequeño ruido y de pronto su cuerpo explotó, yo logré refugiarme detrás de unos muros de protección, pero varios de mis compañeros no tuvieron la misma suerte.

—Oh Jungkook... lo siento tanto, debió ser horrible.

—Sí lo fue—Suspiró, y decidió continuar con la explicación de su escape —Unos días después de aquel trágico ataque, me enteré que detrás de una barricada que ellos habían construido al sur del campo poníamos hallar la libertad, al principio se vio como algo imposible e ilógico, pero nada se comparaba con los momentos que se vivían en el campo minado, así que decidí tomar el riesgo... Desafortunadamente, arrastré a una gran persona conmigo y la condené a una muerte inevitable...—El pelinegro tomó una pausa, llevando su mirada al castaño, quien le veía con ojos tristes, él le brindó una sonrisa de conmoción —El día que decidimos poner en marcha mi plan, no habían tantos soldados enemigos por el área sur, el combate principal se vio tomado del otro lado, al norte, por lo que tomamos ventaja de aquella situación y comenzamos a correr, habían ciertos enemigos cerca, pero no eran muchos así que los eliminaba con facilidad, cuando llegamos a la base de la barricada, ya pensábamos que habíamos pasado lo peor, esquivando todas esas bombas, minas y soldados enemigos, así que aliviados comenzamos a subir el muro, cuando llegamos a la cima, un soldado enemigo salió de las sombras y disparó su metralla a ciegas, ni siquiera apuntó, simplemente jaló el gatillo y diera a lo que le diera, por lo que una de las balas perdidas impactó a mi amigo en el pecho.