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Todo es color de rosa cuando estás enamorado, todo se ve perfecto, los planes a futuro se ven más cercanos de lo que imaginamos, todo es mejor con la persona indicada a nuestro lado.

Usa se dirigía a la casa de cierto ruso, del cual cabe mencionar estaba perdidamente enamorado, no lo había visto desde hace 6 días, pero 6 días para un corazón enamorado es como clavarte un cuchillo en el estómago, algo simplemente doloroso.

Tocó la puerta en repetidas ocasiones para que su amor saliera a recibirlo, no quería entrar por su cuenta pues la última vez que se vieron habían peleado, el motivo de la pelea no lo recuerda, lo que recuerda es que fue tan malo como para que el ruso se fuera a su departamento de soltero en vez de ir a dormir en la casa que compartía con Usa.

Harto de esperar afuera como un perro se dispuso a meter las llaves extra que tenía, si no había abierto es por qué respetaba más que nada la privacidad, tanto suya como ajena.

Abrió la puerta despacito, intentando no hacer mucho ruido pues quería dar una sorpresa a su novio.

Caminó lentamente por el suelo de madera buscando habitación por habitación el paradero del ruso.

No lo encontró.

Lo aceptó sin más, no se le ocurría el lugar en el que su amante podría estar por lo que se sentó en el sofá a esperarlo.

Lo que no tuvo en cuenta es que la acumulación de tantas noches sin dormir le habían pasado factura y, sin querer, cayó rendido en el mundo de los sueños.

Se despertó con el delicioso aroma a huevos fritos y bacon, y ¿Pan quemado?

Se levantó del sofá y se dirigió con cautela a la cocina.

- ¡ Дерьмо! - Vió al ruso quemarse

- Uy qué bien huele... - lo dijo con cierta burla en su voz y soltó una ligera risita

- Ah! Buenos días bello durmiente~ - se acercó coqueto hacia el estadounidense que no pudo hacerle mucho caso pues no quería que el depa tan bonito del ruso ardiera en llamas.

- Sabes, mejor yo hago el desayuno Russ. - Cinco minutos después en la isla de la cocina estaban 2 platos bien ricos hechos al puro estilo americano.

En medio de la comida, el estadounidense veía muy feliz a su novio, así que qué mejor que molestarlo un poco - A tí te tocará lavar los trastes.

- Nooooo - el americano a pesar de cocinar tan bien ensuciaba demasiado, por lo que encargar al ruso lavar tal cantidad de utensilios sería gracioso de ver.

- Sí, así que ve y lava, esclavo. - Se levantó de su silla - Gracias... A mí - puso su vajilla en el lavabo y salió de la cocina.

- Ojalá pudiera comprar un lavavajillas - USA estaba observando desde el rabillo de la puerta de la cocina al ruso todo triste enfrente del fregadero.

Soltó una risita y gritó aún permaneciendo en su escondite - ¡Eres pobre honey, no te puedes permitir algo tan caro! - vió como el ruso fruncía más el ceño y hacia muecas imitándolo en forma de burla.

Usa soltó una risa y  finalmente se fue a la habitación

- Genial, se va a poner a llover - después del desayuno, América se puso a ordenar el lugar, planeaba decirle a Rusia si cuando acabaran de ordenar podían salir pero el maldito clima arruinó sus planes.

Usa corrió hacia la habitación del ruso para avisarle que se cancelaba el plan y para decirle que tenían un plan.

- ¡Ayy! Pero yo sí quería salir - comentó al ruso mientras se movía de un lado a otro en la cama recién hecha por el ruso.

- No te preocupes cariño, si quieres podemos ver películas juntos.

- ¿Películas americanas?

- Como tú quieras. - dijo con esa voz tan gruesa y cautivadora que tanto enamoraba al estadounidense.

Usa dejó escapar una risita tierna Rusia está igual que como lo recordaba eran sus pensamientos. Una pregunta surgió en su mente ¿Por qué se habían peleado? Este no era el momento de pensarlo, podría pensarlo otro día, ahora lo importante era ¿Cual película debería elegir, Saw o una de Adam Sandler?

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Reescribiendo este desastre, raw.

Meow~

Más allá del Engaño | Rusame |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora