15. EPÍLOGO

239 15 1
                                    


// Pensamientos //

++++++ Separación de Escenas +++++++

-------- Flash Back---------



15.- EPÍLOGO: "Scorpius un cupido al acecho"



Poco a poco la vida en la ahora casa Malfoy comenzaba a tomar rumbo, Draco con nuevos empleados y mucha más gente que antes, la llevaba bien, su economía era sólida, su hijo crecía a pasos agigantados. Scorpius era su sol resplandeciente en medio de su vida oscura y vacía.

No se quejaba, era un pasar tranquilo, pero solitario.

El dolor de los años anteriores lo habían hecho sentirse temeroso de volver a sentir algo en su corazón. El miedo de volver a sufrir de la forma en que lo hizo era más profundo que cualquier cosa. Ahora entendía un poco por qué Harry temió en el pasado sufrir tanto cuando lo abandono Cris. Pero Draco Malfoy había vivido mucho más dolor que eso.

Se sentía quebrado internamente, marchito y sangrante.

Puede que lo tildaran de cobarde, pero prefería eso a volver a vivirlo de nuevo. No deseaba arriesgarse, no tenía fuerzas ya para volver a soportarlo.

Pero Potter no se la ponía fácil.

Harry, y mil veces Harry... Ese era otro gran problema para Draco, el moreno estaba sorprendiéndolo siempre, se había tomado tan a pecho eso de recuperarlo que ahora estaba viviendo en la misma región, de hecho, a pocos metros en una mansión casi al lado de su casa. Seguía manejando sus empresas, pero desde ahí. Los visitaba todos los días, con la excusa de ver a Scorpius, como padre claro, nada más. Desde que paso todo lo de Voldemort, Harry se había convertido en el padre modelo para el chico, salían juntos, compartían cosas y aventuras. Era cómplices en casi todo. Y Draco estaba más que seguro que su hijo le pasaba información del al moreno. Todavía el rubio recordaba cuando Potter había llegado con una serenata para él y también los constantes ramos de flores que guardaba en la casa ¡Ya ni tenían floreros para ponerlos!

Potter había vuelto a hacer chocolates, de los cuales preparaba especialmente para el rubio. Aunque Draco los aceptaba en silencio, el moreno no sabía que el rubio los adoraba, y cada noche se los comía con gusto.

Habían pasado 4 años desde que todo término, desde que Draco se negó a volver a aceptarlo. Pero Harry no cedió, era constante en su suplica, en su esmeramiento por llamar la atención, por hacerse notar por cualquier cosa, por tratar de sacarle una sonrisa, un sonrojo.

Sí, Potter podía ser un completo dolor de cabeza en eso, pero al parecer Draco no cedía. Todas las tardes los tres cenaban juntos y el fin de semana pasaba casi todo el día en la casa. Pero Draco no daba marcha atrás, por más que Harry buscaba su compañía, el rubio se le escapaba como aceite por las manos. Pero tenía paciencia, y por sobre todo fortaleza, aunque muchas veces se vio abatido por ello, no desistió, no cuando había un ápice de esperanza, por que Draco había sido claro al decirle que "no sabía si ya lo amaba", que no era lo mismo a un "no te amo" y eso para Potter era una luz, por más lejos que estuviera llegaría a ella, cueste lo que cueste y tardara lo que tardara.

Scorpius también era otro tema aparte, el chico medio harto ya de la situación de sus padres se dio la misión de convertirse en algo así como un cupido. Los amaba a los dos y los veía sufrir, el ya no era un niño pequeño, tenía 8 años, muy habilidoso y perspicaz, sabía que su padre la había embarrado a fondo, pero también se había esmerado por conseguir el perdón, su papi se merecía ser feliz y dejar atrás ese dolor que le embargaba el alma. Ambos se amaban y se necesitaban. Y si ellos no eran capaces de dar el paso, pues él lo daría, por ellos.


-Papi ¿Nunca lo perdonaras? –
Había preguntado una noche como si nada Scorpius a Draco cuando estaban solos en la habitación del menor, hace algunos minutos Harry se había marchado.

-¿Qué? – Draco lo miro serio, su hijo últimamente había agarrado esa manía de preguntarle siempre lo mismo.

EL DÍA QUE ME QUIERASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora