Un amor verdadero

Capitulo 2

Eran las 8:30 y ya está preparada para irme a mi nueva escuela, aun que no estaba tan emociona. Mi padre pregunto sobre mi supuesta "emocion" de ir a la escuela, no es fácil hacer amigos o bueno eso pienso yo, sino que también seré la típica chica nueva o para algunos "Carne fresca".

Mi mama se va más temprano así que al que veo en las mañanas es a mi papa.

—Papa ¿me llevaras a la escuela? — Tome mi mochila.

—Claro que si hija, aun que después tendrás que irte sola— tomo también sus cosas y salió.

Di un suspiro largo y seguí detrás de el.

Mis nervios comenzaron a brotar cuando vi a muchos chicos llendo hacia la entra de la preparatoria. Detuvo el auto frente a la entra y bajo conmigo.

—Muy bien llegamos ¿quieres que te ayude a registrarte o tu sola puedes? —me dio una cálida sonrisa.

—Tranquilo papa yo puedo hacerlo, aparte a usted se le hará tarde a su trabajo— lo señale.

—Está bien —noto mi desesperación— Y te irá bien cariño, no te preocupes—

— Okay no me preocupe— sonreí levantando mi pulgar "like".

—Aww mi pequeña bebe esta lista para la preparatoria ¡Esa es mi niña! —Grito emocionado apuntándome.

—Papa basta me avergüenzas— exclame entre dientes.

—No me hables...— frunció el rostro— Te amo, que tengas un buen día —me abrazo para después subir al auto.

—Yo también, ¡hasta luego! — moví mi mano de lado a lado hasta que su auto desapareció de mi vista.

Había muchos chicos y chicas en los pasillos, y lo peor de todo es que todos te miraban. Aun que lo comprendo, todos se conocen y obviamente ver a un nuevo rostro te saca de onda. Estoy nerviosa porque como una vez leí en un libro "te toparas con personas dulce y otras amargas" y obviamente en esta escuela puede a ver unas más que otras. Fui a la oficina para que me den mi horario, el número de mi casillero y libros de las materias. Deje los libros que no utilizare en el casillero y después ir al salón donde tengo mi primera clase.

Llegue al salón y al parecer el profesor aun no llegaba. Busque un banco, esta uno solo hasta el fondo, mientras me acercaba a él todos me miraron raro.

Me senté y saque los libros — ¡Hola! —exclamo el chico de alado.

—Hola—

— Soy Jancarlo bautista ¿No eres de por aquí cierto? —entre cerró los ojos adivinando.

—Soy _______ Style, un gusto y así es soy de monterrey— estrechamos las manos.

—Okay lindo nombre— me regalo una sonrisa.

El profesor llego y como yo llevo una semana de retraso en el inicio del ciclo tenía que ponerme al corriente. La clase de física pasó rápido para ser verdad, ese profesor aburría en la forma que explicaba las cosas.

—Oye ______ si quieres puedo pasarte lo que hemos hecho— jancarlo me detuvo en el pasillo.

—Eso sería estupendo, Hm ¿me prestaras tu libreta o...?— por lo menos ya tenía a un conocido que me ayudara.

— O puedes ir a mi casa... claro si tu quieres—

Levante una ceja — Hamm yo... es el primer día sabes y aun no te conozco bien y...—

— Entiendo fue muy pronto, lo siento—

—No te preocupes— quise eliminar esa tención.

—Okay ¿Nos vemos luego? — aun que haya sido un poco rápido llegue a pensar que tal vez no sería tan malo.

—Claro que si, adiós— sonreímos.

Jan carlo era la primera persona con la que eh hablo, aparte de los maestros. Aun que raramente tenía un leve parecido con el chico ciego del supermercado o solo puede ser coincidencia, nada importante. Lo más raro de todo es que cada vez que me acuerdo de aquel chico una sonrisa aparece en mi cara por arte magia.

Las demás clases pasaron igual de rápido, las personas después de todo no son tan agrias, uno que otros que susurran y balbucean a mis espaldas. En la clase de biología unas chicas estaban detrás de mí y escuche que tenían que correr para poder ahorrarse la fila tan eterna en el receso. Así que hice lo mismo que ellas "correr".

El receso es uno de los momentos más esperados de todo el día, en el momento donde comes comida deliciosa y no puedes evitarlo. Gracias a esas chicas llegue justo a tiempo y me ahorre una larga fila.

Busque una mesa y para mi suerte una estaba sola.

Comencé a comer— ¿Te molesta si me siento contigo? —era jan carlo que bueno que llego porque me sentía una nerd comiendo sola.

—Si por favor— le rogué de broma.

Se sentó frente a mi— ¿Por qué la desesperación? —se rio.

—Siento que me veo como toda una nerd comiendo sola—juguetee con mi comida.

—Oh no te vez, lo eres— se burlo.

Lo amenace con lanzarle comida —Oye que malo eres— la verdad era bueno tener a alguien cuando estás sola.

Platicamos sobre cosas tontas y Jan carlo no paraba de hacerme reír. Después de que terminamos me dio un recorrido por toda la preparatoria lo cual fue un poco pesado porque prácticamente subíamos, bajamos, saltábamos y más cosas, es muy grande. Faltaban pocos minutos para las siguientes clases, íbamos caminando por los pasillos.

—Y dime ¿tienes hermanos? — quería averiguar si tiene algo en común con el chico del supermercado.

—Si bien feos— me reí— ¿Y tu? —

—No soy hija única, ¿Cuántos tienes?—

—Dos— por alguna razón bajo la mirada.

El timbre interrumpió nuestra conversación pero como después del receso nos tocaba juntos hasta la salida así que nos dirigimos juntos al salón.

A la salida mi madre vendria por mi, y cuando salimos ya estaba hay.

—Hola mama te quiero presentar a Jan carlo Bautista—

—Un gusto señora— estrecharon las manos. —Ahora si me permiten me tengo que ir, hasta mañana ________— me despedí y subimos al auto.

Cuando mi madre arranco y dio la vuelta pude divisar al mismo chico ciego caminando a lado de Jan carlo, por un segundo voltee con mi madre pero cuando regrese la mirada él ya no estaba

"Hay por dios me estoy volviendo loca" –pensé.

Interrumpe mis pensamientos— _______ ahorita que te esperaba hable con una señora muy linda—

— ¿Y que tiene? — la mire raro.

—La otra semana habrá una excursión de la preparatoria, se irán de campamento pero como su hijo no quiere ir así que necesita a alguien que lo cuide porque ella trabajara de turno completo, y como se que no te gusta esas salidas ¿Qué tal si lo cuidas? — lo que decía mi mama me mantenía entretenida ¿Qué chico no quiere ir a una excursión? A todos los hombres les gusta ensuciarse. —Te pagara—

— Hm creo que está bien, si yo lo cuidare—

Paso por mi cabeza varias preguntas "¿Por qué cuidaría a un chico de prepa?" puede que tal vez sea un chico de esos que se gastan el dinero en drogas o... alguien que tiene una discapacidad.

"El chico ciego"-pense.

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