Un amor verdadero

Capitulo 4

Capitulo 4

Era incomodo porque no le respondí nada como si estuviera afirmando que tiene razón, no dijo nada solo sonrió con victoria. Subimos al auto, Mario se la paso riendo de cómo frenaba frenéticamente como una loca. Esto de conducir no se me da.

Esa sonrisa puede matar a cualquier chica, aun que siempre traiga esos estúpidos lentes negros sus ojos son hermosos. Su cabello un poco alborotado dándole un toque sensual a su sonrisa tan brillante con esos labios carnosos y rosados. Simplemente con solo verlo me moría, con ganas de nunca soltarlo y creo que por la forma en la que hablo ¿me gusta Mario?.

"Si él me encanta" –retumbo en mi cabeza.

— ¿Qué mierdas haces? —no paraba de reír y estaba prácticamente ganchado al asiento.

— Conduzco ¿que no vez? — ahora yo era la que me reía pero... mal chiste.

Se puso serio pero cuando de nuevo frene y se escucho un claxon acompañado de un "Muévete" de parte de mis compañeros conductores, dio una carcajada a morir.

—Eso te pasa por graciosita—

El carro detrás de nosotros aun seguía pitando pero estaba el semáforo en rojo, así que saque mi cabeza y grite.

—¡Mierda! Si no dejas de pitar te matare maldito hijo de perra— si creo que había exsagerado un poco.

— Oye que palabritas...— su cara de asombrado me mataba de la risa — ¿Ya te dieron tu licencia de conducir, verdad? —

— Tengo 16 años, no me darán ni pan—sople un mechón de cabello que estorbaba en mi vista.

— ¡Que! ¿Tienes 16 años?—

— Si es lo que acabo de decir—

— Pero como una niñita de 16 años me está cuidando—volteo su rostro hacia la ventana golpeando el vidrio.

— ¿Por qué dices eso? — no entendía su rara reacción hacia mi edad.

—Tengo 19 años y una niñita me está cuidando—

— No soy una niñita, ya estoy grande ¿qué tiene de malo? —

— Me llevaras a un bar y estas conduciendo ¡eres una menor de edad! — se estaba estresando.

— Tranquilo no pasara nada, se positivo... Oh mira ya llegamos— busque un lugar en el estacionamiento.

Quise ayudar a Mario pero como siempre se negaba, es muy terco pero aun así no pienso dejarlo. Entramos al bar y como vi que había el ambiente del bar estaba horrible, decidí que mejor nos lleváramos las cervezas a casa. Antes de ir a casa de Mario llegamos al seven por comida chatarra.

Mario no parece que sea invidente porque es muy inteligente para saber donde están las cosas, aun que es verdad, me pueden tapar los ojos y se donde esta todo en mi casa. Como quiera no deja atrás su palito para golpear por dónde camina.

De nuevo estábamos en el sofá, Mario llevaba una cerveza por acabar y yo pues no tomo.

—Vamos toma solo una ¿sí? —me acerca una lata pero la hacía a un lado. Como dije es muy terco.

—No gracias estoy bien—

Dio un suspiro — Aun no puedo creer que tengas 16, ¿estás con Jan carlo?—

— Si en el mismo salón, Jan carlo dijo que tu estas en la misma prepa ¿Nunca te vi esta semana?—

— No soy ser sociable, no salgo en el receso y obviamente estoy en un curso más avanzado—