𝑆𝑒𝑑𝑢𝑐𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑡𝑟𝑎𝑖𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑟𝑎.

42 1 0
                                    

𝐁𝐑𝐔𝐉𝐀 𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐋𝐄𝐌 𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 14

Continuando con la historia, Agatha llegó ante el trono del Rey de las Sombras, un ser temible y poderoso que emanaba una oscuridad intensa. Se arrodilló ante él, con una sonrisa malévola en los labios y un brillo malicioso en los ojos.

— Mi señor. – susurró Agatha con voz seductora.

— Ofrezco mi lealtad y sacrificio en busca del poder absoluto. Permíteme ser tu aprendiz y desatar el verdadero potencial de la magia negra.
– agregó la bruja con una sonrisa coqueta con intención de manipulación.

El Rey de las Sombras la observó con deleite, su voz llena de satisfacción.

— Bienvenida, Agatha Harkness. Acéptame como tu maestro y revelaré los secretos más oscuros y peligrosos de la magia negra. Pero ten en cuenta que el precio por este conocimiento es alto.

Agatha rió con malicia mientras se levantaba del suelo.

— Estoy dispuesta a pagar cualquier precio, mi Rey. Enséñame y traspásame cada gota de poder que posees e incluso muchas más cosas...
– dijo eso último mordiendo sus labios con seducción.

A lo largo de los días y las noches que siguieron, Agatha se sumergió en las artes oscuras, a medida que el Rey de las Sombras le enseñaba los rituales más prohibidos y poderosos. Además, poco a poco fue escalando esa relación.

A medida que pasaban los días y las noches, Agatha se sumergió aún más en el intrincado mundo de las artes oscuras. El Rey de las Sombras, su maestro en el oscuro arte de la magia, le revelaba los secretos más contenidos y poderosos. Agatha se dejaba arrastrar por el vértigo de ese conocimiento prohibido, y su relación con el Rey se volvía cada vez más estrecha.

El Rey de las Sombras se convertía en un compañero íntimo en la búsqueda conjunta de los límites de la oscuridad. Como dos almas entrelazadas, exploraban profundidades desconocidas, descifrando los enigmas del universo y desvelando nuevas formas de manipular la magia.

Entre las sombras de su sorprendente conexión, encontraban un placer compartido en el desarrollo mutuo. Cada encuentro entre ambos era un banquete para los sentidos, donde se deleitaban en la sinfonía de conjuros y la danza de las fuerzas oscuras. En cada mirada y cada gesto, se escudriñaban mutuamente, desatando destellos de pasión y devoción por el poder que compartían.

Las noches resonaban con sus encuentros cercanos, donde intercambiaban conocimientos y susurros de sabiduría, nutriéndose mutuamente en una simbiosis mágica. Como las estrellas fugaces en un horizonte oscuro, dejaban su marca yaban en cada experiencia conjunta, fusionándose en una danza única e inigualable.

A medida que Agatha escalaba los peldaños de la oscuridad, se entrelazaba aún más en la red tejida por su Rey. Se deleitaba en cada encuentro y cada nuevo descubrimiento, nutriéndose de sus enseñanzas y de la pasión compartida por la búsqueda del conocimiento definitivo.

Sin embargo, a pesar de la intensidad de su relación, Agatha nunca olvidaba su verdadero objetivo: adueñarse de la página restante del Dark Hold. Esa página oculta representaba la clave para alcanzar una maestría aún mayor, y su plan se desarrollaba silenciosamente en medio de la fascinación que compartían.

La conexión entre maestro y alumna parecía fundirse en una amalgama perfecta de confianza y deseo, rodeada de susurros y gestos significativos. Juntos navegaban los recodos más oscuros de la existencia, alimentándose de la magia que emanaba de su cercanía.

En cada avance y logro, Agatha sabía que estaba un paso más cerca de su objetivo. Alas negras, extendió sigilosamente su influencia, tejida de descubrimientos y complicidades que forjaban su propio destino aparte de las sombras que rodeaban su relación.

En última instancia, Agatha alcanzaría su objetivo final: hacerse con la página restante del poderoso Dark Hold. En ese momento, los lazos que la unían al Rey de las Sombras se desvanecieron en la noche, dejando a Agatha como una estrella oscura, una entidad independiente imbuida de conocimiento insondable.

Con astucia y cautela, Agatha llegó al punto en el que estaba lista para dar inicio a su plan maquiavélico. Había adquirido habilidades mortíferas y artes oscuras a lo largo de su relación con el Rey de las Sombras, y estaba dispuesta a utilizarlas sin piedad.

La ocasión finalmente llegó. En un acto de pura traición, Agatha desató su plan maestro. Utilizando sus habilidades recién adquiridas, llevaría al Rey de las Sombras a su perdición. Con una sonrisa helada en el rostro y los ojos llenos de oscuridad, Agatha manipuló las sombras a su voluntad, atrapando al Rey en una prisión infernal de su propia creación.

— Oh, mi amado Rey, tus habilidades y poder son verdaderamente asombrosos.
– susurró Agatha con voz seductora, acercándose sutilmente al trono ocupado por el Rey.

El Rey de las Sombras la observó con una mezcla de arrogancia y curiosidad.

— ¿Qué es lo que deseas, querida Agatha? – preguntó con una sonrisa enigmática.

— Te deseo a ti mi señor, sumergirme en los abismos de tu sabiduría contigo y abrazar la oscuridad en todo su esplendor – respondió Agatha, su voz resonando con una pasión retorcida.

El Rey de las Sombras acarició su barbilla de manera pensativa.

— Eres valiente, mi amada. Pocos se atreven a buscarme con semejante determinación. ¿Estás dispuesta a pagar el precio máximo amor mío?

Agatha se acercó aún más, sintiendo la energía oscura palpitar en cada rincón.

— Estoy dispuesta a pagar cualquier precio, mi Rey. Pero antes, desearía demostrarte mi entrega y devoción.

Con un seductor movimiento de su mano, Agatha desató un hechizo sorprendente, una danza de sombras que envolvió al Rey en un abrazo oscuro. Su ataque fue tan rápido y poderoso que el Rey se encontró momentáneamente aturdido, incapaz de defenderse.

— Sabías que mi lealtad solo era un velo, mi Rey. Nunca seré una simple aprendiz. – Agatha sonrió malévolamente mientras se preparaba para asestar el golpe final.

El Rey de las Sombras, desconcertado y debilitado, miró fijamente a Agatha antes de murmurar con voz debilitada

— Vas a pagar...por...esto...

Agatha no mostró piedad mientras utilizaba su recién adquirido poder para enviar al Rey de las Sombras a un sueño profundo y eterno. La sala, ahora envuelta en un silencio sepulcral, era testigo de la caída del poderoso rey oscuro.

Con su oscuro cometido cumplido, Agatha se alzó triunfante y miró a su alrededor decidida, ella porfin consiguió lo que quería luego de tanto tiempo.

𝐿𝑎 𝐵𝑟𝑢𝑗𝑎 𝐷𝑒 𝑆𝑎𝑙𝑒𝑚. დDonde viven las historias. Descúbrelo ahora