BRUJA DE SALEM PARTE 7
Después de días de ininterrumpida búsqueda, Agatha encontró un capítulo en el Dark Hold que mencionaba las legendarias Gemas del Infinito. Aunque no le interesaba en gran medida, su curiosidad se vio aguijoneada por la idea de poseer tal poder.
— ¡Oh, querido Scratchy, parece que el Dark Hold ha revelado uno de sus secretos más preciados! – exclamó Agatha con una risa siniestra.
El conejo, con una mueca de burla en su rostro, fijó su mirada en la bruja mientras ésta leía ávidamente las páginas que describían cada una de las gemas.
— Parece que estas gemas poseen poderes inimaginables, Scratchy. Cada una de ellas controla una fuerza cósmica distinta: el espacio, el tiempo, la mente, el alma, la realidad y el poder. Con solo poseerlas en conjunto, uno podría convertirse en un ser todopoderoso, capaz de controlar el universo mismo.
Agatha continuó leyendo en voz alta, emocionada por lo que había descubierto.
— Sin embargo, también se menciona que aquellos que buscan apropiarse de las gemas están destinados a enfrentarse a terribles desafíos y peligros impensables. No es tan fácil como arrebatarlas, sino más bien un camino a través de pruebas y obstáculos crueles.
La bruja hizo una pausa, asimilando la información mientras dejaba que su mente imaginara escenarios en los que ella misma buscaría las gemas.
— Por supuesto, Scratchy, no me interesan estas gemas del infinito, son solo ilusiones de grandeza y poder desmedido. Pero, no puedo evitar sentir cierta atracción hacia su misterio. ¿No te parece irónico que algo tan poderoso esté tan a nuestro alcance, pero a la vez tan lejos de nuestras manos?
El conejo pareció asentir con su cabeza, una pequeña chispa de complicidad brillando en sus oscuros ojos. Agatha, no obstante, sabía que su verdadero poder yace en su propia habilidad y conocimiento en las artes oscuras de la brujería. Las gemas, por más poderosas que fueran, no eran más que una distracción.
— No, dear Scratchy, no necesitamos de las gemas o de ningún otro objeto para ser poderosos. Nuestro poder es superior, y con él desataré el caos necesario para obtener lo que deseo
- Agatha murmuró con una sonrisa macabra en su rostro y una mirada llena de malicia.El conejo, con su mirada siniestra y penetrante, parecía estar de acuerdo, como si compartiera la misma visión de su dueña. Ambos sabían que su verdadero poder no residía en objetos, sino en la oscuridad de sus almas y la maestría en las artes de la brujería.
En lo profundo del bosque, rodeados por el aura oscura del Dark Hold, Agatha continuó explorando los rincones más oscuros de la magia, la bruja estaba ansiosa por seguir aprendiendo de los hechizos que el Dark Hold le podía ofrecer.
En las profundidades del libro, la portadora de magia continuó explorando los innumerables secretos que el antiguo libro de los condenados. Cada página revelaba nuevos conocimientos y hechizos prohibidos, despertando aún más su sed de poder y dominio.
Descubrió conjuros para convocar criaturas demoníacas de otras dimensiones. También encontró rituales para invocar tormentas y desatar la ira de los elementos naturales, sometiendo a la propia naturaleza a su voluntad...
Sin embargo, mientras Agatha continuaba desentrañando los misterios del Dark Hold, también descubrió peligroso conocimiento que amenazaba con corromper su propia alma y consumir su cordura.
Encontró registros de poderosos hechiceros que, obsesionados con el poder, perdieron el control sobre sí mismos y se volvieron seres sombríos y despiadados. Estos relatos advertían de los peligros de dejarse seducir por la magia oscura y el ansia de poder ilimitado.
Agatha, aunque tentada por esos conocimientos, recordó las palabras de advertencia que compartió con Scratchy y decidió tener precaución. Sabía que debía mantener su control y no permitir que el poder la consumiera.
Continuó su búsqueda, encontrando conjuros que le otorgarían invisibilidad, capacidad para leer mentes y dominio sobre las llamas del infierno. Cada descubrimiento ampliaba su repertorio de habilidades y su influencia sobre el mundo que la rodeaba.
El Dark Hold se volvió su santuario, su fuente inagotable de conocimiento. La bruja se encontraba cada vez más inmersa en la oscuridad de la cabaña, rodeada por las energías místicas que fluían del libro antiguo.
A medida que su dominio sobre la magia crecía, Agatha también sentía una sombra amenazante acechando en su interior. La sed de poder y la tentación de la magia oscura seguía consumiendola.
Era consciente de que debía mantenerse alerta y controlar sus impulsos más oscuros, pero la atracción de la energía maligna se volvía cada vez más difícil de resistir. Agatha comprendió que había cruzado un límite peligroso.
Con el tiempo, la bruja malvada y siniestra se dio cuenta de que su verdadero desafío no residía solo en el Dark Hold y los secretos prohibidos, sino en dominar su propia oscuridad interior. Sabía que debía controlar el poder que poseía y utilizarlo con prudencia, sin caer en la vorágine de la ambición desmedida.
Estos continuaron su búsqueda en el libro, deseosos de encontrar nuevos conocimientos y hechizos que les permitieran alcanzar su conocimiento absoluto.
Agatha, emocionada por haber encontrado un ritual para controlar las mentes de los demás, se acercó a Scratchy con una sonrisa siniestra en su rostro y le dijo con sarcasmo:
— Oh, querido Scratchy, ahora podré convertir a todos en mis títeres personales. ¿No te emociona la idea de que todos hagan nuestra voluntad sin cuestionar?
El conejo la vió alzando una ceja de forma irónica, ella soltó una carcajada malévola, deleitándose con la respuesta sarcástica del conejo.
— Tienes razón, Scratchy, somos el epítome de la benevolencia y la compasión.
Ambos estallaron en risas, conscientes de la ironía de sus planes. Aunque disfrutaban de su humor retorcido, Agatha sabía que debían tener cuidado con el poder que buscaban obtener.
— Aunque, en serio, deberíamos tener en cuenta las advertencias del Dark Hold. Controlar las mentes de los demás puede ser peligrosamente adictivo. – comentó Agatha con un tono más serio.
El conejo, en un gesto de fingida solemnidad, levantó una patita en el aire.
Ambos compartieron una mirada cómplice, disfrutando de su sarcasmo compartido. Sabía que sus planes malévolos solo les acercaban más a la destrucción, pero eso no le impedía encontrar diversión en su camino hacia el poder y el caos.
Así, en su lúgubre cabaña en lo profundo del bosque, rodeados por el aura oscura del Dark Hold, la bruja y su conejo continuaron burlándose del mundo y de sí mismos, sabiendo que su camino hacia la maldad podía acompañarse con sarcasmo y risas.
ESTÁS LEYENDO
𝐿𝑎 𝐵𝑟𝑢𝑗𝑎 𝐷𝑒 𝑆𝑎𝑙𝑒𝑚. დ
Fantasy𝑨𝒈𝒂𝒕𝒉𝒂 𝑯𝒂𝒓𝒌𝒏𝒆𝒔𝒔, 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒐𝒗𝒆𝒏 𝒃𝒓𝒖𝒋𝒂 𝒂𝒎𝒃𝒊𝒄𝒊𝒐𝒔𝒂 𝒚 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒐𝒃𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓 𝒑𝒐𝒅𝒆𝒓, 𝒔𝒆 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒄𝒂 𝒆𝒏 𝒖𝒏𝒂 𝒃𝒖́𝒔𝒒𝒖𝒆𝒅𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒑𝒐𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒓 𝒔𝒖𝒔 𝒉𝒂...