𝑳𝒂 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝕯𝖎𝖔𝖘 𝕺𝖘𝖈𝖚𝖗𝖔.

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BRUJA DE SALEM PARTE 5

Luego de recuperar el último pergamino y unirlo con el libro, Varnae logró dañar las runas debido al inmenso poder que emanaba de la unión. Agatha, perspicaz como siempre, aprovechó esta oportunidad para forjar un plan de escape mientras aparentaba colaborar con el culto.

Mientras el ritual se llevaba a cabo, Agatha se comunicó telepáticamente con Aldara, su aliada y amiga.

- Aldara, estoy atrapada en algún tipo de templo. ¿Podrías rastrearme o utilizar un hechizo localizador para encontrarme?

- Dame un momento, Agatha. Estoy curando la mordedura del vampiro.

- ¿Una mordedura de vampiro? ¿Cómo no te has convertido en uno de ellos? - dice asqueada mientras hablaba.

- Gracias a un hechizo de curación, mi cuerpo es capaz de resistir la influencia de la maldición vampírica.
- ocurre una pausa en el diálogo.
Muy bien, voy a buscar mi orbe mágico.

- ¿De verdad estás considerando usar una bola mágica en lugar del hechizo de localización que te he mencionado? - diría frunciendo el ceño.

- Es probable que estés bastante lejos para que pueda ejecutar el hechizo de localización, así que utilizaré el orbe mágico para determinar tu ubicación exacta. - le responde Aldara autoritariamente.

- Está bien, mientras tanto, trataré de idear cómo escapar de aquí.

Agatha sabía que su tiempo se agotaba y que necesitaba actuar con rapidez y astucia para mantenerse con vida y evitar que los seguidores del culto abrieran un portal hacia otro universo. Entonces, una idea perversa cruzó por su mente.

- Dime, ¿qué ocurrirá cuando esa entidad cruce hacia nuestro mundo?
- pregunta moviendo la cabeza.

- Llegará la oscuridad a reinar en todo. - le responde seriamente.

- Entonces, dudo que puedas reinar en medio de esa oscuridad. Después de todo, ¿cómo podrás ver si los vampiros pueden hacerlo en la oscuridad? Resulta irónico que posean una debilidad tan patética como la luz del sol. - dice sonriente.

- ¿Te estás burlando de mí? - pregunta el líder de los vampiros frunciendo el ceño.

- Oh, tranquilízate. No lo tomes tan personal. Pero, en realidad, sí, te estoy subestimando. Eres tan estúpido que no entiendes que una vez que esa entidad cruce, seremos aniquilados.
- le responde con intensión de hacerlo enojar.

Varnae se enfureció tanto que agarró un hacha para partir a Agatha por la mitad. Sin embargo, en el momento justo, ella logró contraatacar.

- ¡Te romperé todos los huesos y te partiré en dos, maldita bruja!

- ¡Primero tendrás que atraparme!

Una intensa lucha comenzó entre Agatha y Varnae, enfrentándose en un duelo de magia y habilidad. Finalmente, ella logró derrotarlo con un destello mágico directo en sus ojos, debilitándolo lo suficiente como para atarlo con su magia.

- ¡Suéltame, bruja!

- Te ves mejor atado así que... no.

Tomando el hacha que Varnae pretendía utilizar para matarla, Agatha le cortó la cabeza de un solo golpe.

- ¡Malditos chupa sangre, oigan!

Uno por uno, ella neutralizó a los seguidores del culto que intentaron detenerla, pero el portal ya se encontraba en proceso de apertura. Desde el portal emergieron garras negras, y Agatha, aferrada al libro, intentó desesperadamente cerrar el portal. Sin embargo, algo impidió que lo lograra.

- Maldita sea. ¿Cómo lo cierro?

En ese momento, Aldara llegó y observó horrorizada cómo una garra surgía del portal. Agatha le explicó la situación, señalando que no podía cerrar el portal y que solo sería posible a través de un sacrificio.

- El sacrificio debe ser realizado por alguien que practique la magia negra. - le dice Aldara a Agatha mientras la veía agitada.

- Eso significa que... - mira la otra bruja a la anciana.

- Una de las dos tiene que morir.
- le responde Aldara.

- Ah... en ese caso esa no seré yo.
- cella sus labios viendola fríamente.

- Claro que serás tú, eres demasiado peligrosa, y muy malvada.
- le reprocha Aldara a la jóven.

Entonces luego de esa discusión, ambas brujas iniciaron una batalla para decidir quién sería la que se sacrificaría en el cierre del portal.

Aldara lanzaba su magia y Agatha la absorbía, emprendiendo una lucha de poderes. Aunque Agatha hacía todo lo posible por resistir, finalmente Aldara prevaleció.

- Creíste que serías superior a mí. Pero ahora te derrotaré, tomaré el libro y al conejo.

- Yo... no... no permitiré eso.
- dice levantadose y escupiendo sangre.

Agatha pronunció unas palabras y lanzó un hechizo sobre Scratchy.

- "Transmutatio ad voluntatem eius qui incantatores misit"

- ¡Dios santo! - diría horrorizada Aldara al ver al conejo.

En un abrir y cerrar de ojos, Scratchy volvió a su forma demoníaca y atacó a Aldara.

- ¡Noooo! - grita de dolor Aldara.

- Planeaba arrebatarte más poder mágico, pero es hora de dejarte aquí. Y por supuesto, me quedaré también con mi, conejo. - dice la malvada bruja, juntando sus manos al ver a la contraria.

Agatha saluda con su mano burlonamente.

- Hasta luego linda.

Aldara, es enviada por Agatha al portal y porfin haciendo el sacrificio, sellando el portal oscuro para siempre.

Agatha pronunció unas palabras y le lanzó un hechizo a Scratchy.

- "Renesco suam pristinam figuram. Scratchy, revertere ad formam tuam malitiosam".

Scratchy volvió a transformarse en un conejo.

- Al fin es mío. - dice conmocionada al tomar el Dark Hold en sus manos.

- Ahora podré obtener el conocimiento máximo y convertirme en la mejor bruja que haya existido en este mundo. - dice sintiendo el aura oscura del libro de los condenados.

Agatha abandonó el santuario, llevando a Scratchy consigo. Con el libro en su poder, se adentró en un futuro lleno de descubrimientos y poder oscuro.

A medida que leía el libro, Agatha desentrañaba secretos ocultos que no estaban escritos en ninguna otra obra.

Así concluye esta historia, y en los años por venir, Agatha seguiría explorando y expandiendo su conocimiento, utilizando el libro como su guía hacia el conocimiento.

Sus aventuras y sus actos malvados continuarían, aumentando su poder y consolidando su legado como una de las brujas más poderosas y misteriosas del mundo.

𝐿𝑎 𝐵𝑟𝑢𝑗𝑎 𝐷𝑒 𝑆𝑎𝑙𝑒𝑚. დDonde viven las historias. Descúbrelo ahora