Llamándome.

Alma quebradiza: vivir deseando amor.

Una noche triste.
Con música suave y lenta, suena por toda mi habitación mientras no tengo ninguna expresión facial, resulta que estoy mirando éste miserable techo pensando en como me (te) sentí.

Prometiste arromparme con tus grandes brazos.

Susurrarle las cosas más dulces a mi corazón como consuelo.

Besar mis heridas o cicatrices sin importar sí estás volvían a sangrar.

¿Acaso fue cierto? Lo siento, siempre necesite más.
Soy un pozo sin fondo, quiero más amor y más, siempre más.
Nunca me canso de buscarlo, en cada parada, en cada puerta, en cada ventana.
En cada edificio de esta gran ciudad dónde yo aparento ser tan frágil y pequeño.