31. Muerte

358 30 176
                                    

2/6



Aviso: Uso de narración en tercera persona en determinado momento.








Silencio sepulcral.

Tan punzante como una daga recién afilada amenazando con introducirse en tu piel para desgarrarte hasta hacer necesaria su presencia para que no te desangres una vez sea retirada.

Si el silencio se iba, la muerte por palabras parecía un destino cruel y austero del que no quería formar parte. Una muerte por verdad es más dolorosa que una muerte por una mentira.

Mentiras piadosas y verdades despiadadas.

La tensión era tan notoria, que todos se vieron envueltos en la necesidad de guardar silencio para no empezar una guerra que estaba a punto de estallar si a Satoru se le ocurría abrir la boca en mi presencia.

Nadie quiso cuestionar nada. Todos estaban conscientes que entre Satoru y yo siempre hubo diferencias. Esperaban que a cualquiera de los dos se le olvidara y siguiéramos igual que siempre.

Pero eso no iba a pasar.

De algo estaba segura, la versión que creí conocer de Satoru Gojo no merecía ninguna alabanza.

La belleza no es suficiente cuando la fealdad de los actos hablan por sí solos, y no hablo solo de Satoru.

Me molestó haber caído redonda ante sus provocaciones, haber creído en sus palabras en un santiamén, sin necesidad de prueba. Le creí.

¿Por qué tuve que cegarme tanto?

Ya respondo esa pregunta con facilidad, en el fondo quise que pasara.

Si no, ¿por qué no lo paré entonces?

¿Por que de alguna manera me gustaba sentirme deseada por él?

¿O por que le creí cuando me dijo que yo era un jueguete para su amigo al que yo amo?

¿Lo usé como consuelo?

¿Había valido la pena?

Ahora yo no era más que una mentirosa. Una persona cruel, una mala persona. Aunque mis sentimientos siempre hayan sido reales, nada cambia lo que hice.

Y que la persona que estaba sentada junto a mí no supiera que le había mentido, me estaba matando por dentro.

La culpa me estaba torturando, sentía como si me hubieran tirado a una hoguera enorme con mi cuerpo entero cubierto de gasolina y keroseno.

Lo juzgué y yo terminé siendo peor.

Una embustera sin sentimientos que le dio falsas esperanzas porque se creyó que todos son igual de podridos que ella.

Me preocupaba que me usara, que me dijera palabras vacías y al final fui yo quien terminó haciendo todo eso.

Él merecía más y en ese momento, yo solo podía ofrecerle la verdad.

Se lo diría aunque eso significara que no me volviera a dirigir la palabra en lo que nos restaba de vida. Lo tenía decidido, iba a ser sincera con él.

Eyes on me || JJK     [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora