𝐋𝐈𝐅𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 𖤐 Noren

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Jeno siempre ha sido un niño bueno, y los niños buenos siempre reciben dinero como premiación, así le han enseñado sus padres quienes consiguen dinero por ser buenos, así que la casa de Jeno es buena y limpia, siempre es linda y huele a galletas recién hechas todas las tardes, las galletas solo son para los buenos niños. Un buen niño como Jeno debe tener su ropa siempre pulcra y modales perfectos, su rostro no debe estar manchado y sus manos deberán siempre estar limpias, lo único sucio en él son las suelas de su zapatos, Jeno es un niño muy bueno y los niños buenos viven en un lugar bonito y seguro, donde los malos no deben entrar.

A Jeno le gusta explorar nuevos terrenos, sus amigos siempre lo acompañan, siempre navegan sin un rumbo recordando por donde vinieron, asi, cuando tengan que regresar no se pierdan.

Ese dia Jeno toma su gran tesoro (otorgado por ser tan buen niño) y sale a la aventura con sus amigos, sabe que no pueden ir muy lejos y que tienen algo valioso entre las manos, no deberían soltarlo por nada del mundo. Pero cuando menos se dan cuenta los cuatro pequeños están acorralados y sus cabecitas giran buscando salida, pero no hay, están rodeados por piratas, niños malos que son intimidantes, pero es culpa de los buenos al no saber orientarse y terminar en los malos mares donde hay piratas, Jeno quien es el capitán pasa al frente y deja que el tesoro se quede resguardado por sus dos compañeras.

Los piratas los rodean con sus veloces barcos, la ropa de ellos esta rasgada y sucia y es por eso que Jeno sabe que son malos, son intimidantes pero un buen aventurero protege a su tripulación de todo mal. Es cuando el pequeño Jeno infla el pecho y espera a que el capitán lo enfrente, quiere mirarlo cara a cara y decirle que peleara hasta la muerte por proteger a los suyos y su tesoro, pero los piratas siguen dando vueltas sin quitarles la mirada de encima.

El pirata se abre paso entre todos los demás y cruza con su arma filosa, es de metal y hace que a Jeno se le apriete el estómago, a pesar de que el pirata lleva diez segundos ahí Jeno no ha sido capaz de mirarle el rostro, sus ojos están concentrados en el arma del pirata y en como la toma firme en su mano derecha. El pirata da un paso más y su teniente le susurra que dejen el tesoro y huyan, pero eso sería una falta de respeto a su tripulación. Jeno traga sus propios nervios y eleva el rostro hasta enfocar el de su contrincante, se congela.

La mirada del pirata es más aterradora que el arma de metal.

—Dame eso.

Dice el pirata sin escrúpulos. Jeno niega con seguridad, no dejara ir su tesoro, esta decidido aunque también esta temeroso. El pirata no se lo toma a bien, su mirada empeora y luce molesto, en un abrir y cerrar de ojos Jeno ya tiene el arma cerca de su cuello, tiembla y sus dos amigas gritan, es cuando decide que su tripulación se salve, deja que el teniente se las lleve dejando el tesoro y lastimosamente al capitán, los piratas les abren paso entre burlas y empujones.

—Es todo tuyo.

Logra decir con un hilo de voz, el pirata ni siquiera sonríe solo lo empuja lejos y toma el botín victorioso, Jeno quiere llorar pero se niega a hacerlo frente al pirata, aunque la tripulación se burla de él al notar como sus ojos están cristalizados. Respira hondo y espera que sus lágrimas se queden dentro.

—Oh, no llores niño bonito.

Los piratas se dan la vuelta y se van dejándolo en el suelo, el capitán, él más nefasto gira a verlo solo una vez para hacer una señal de limpiarse las mejillas, en esos momentos Jeno quiere gritar y llorar, pero solo asiente como si estuviera aceptando un reto. Se queda solo y puede observar que efectivamente eran aguas peligrosas en las que rondaba.

Ahora Jeno no sabe que pensar, tiene que regresar al buen lugar y decir que ha perdido el tesoro, no tiene rostro para mirar a su tripulación, esta apenado porque fueron humillados y ultrajados, pero se siente peor cuando reconoce que el pirata que tanto daño hizo... es lindo y le gusta.