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—Eh, Sí. ¿Quién te dijo?

—Los muchachos.

—Ya veo —respondí no tan convencido.

Que raro que  los demás esten hablando de el señor Jungkook. Mi papá me esta ocultando algo y yo me voy a enterar 

[....]

POV: JUNGKOOK

DÍA 3 EN COREA CON EL AMOR DE MI VIDA Y MIS HIJOS

—Eun woo. ¿Llegó el pedido que hice?—pregunte con voz baja.

Era de mañana, no sabia la hora pero no quería levantarme. Mi cuerpo estaba débil y cansado. Me encuentro con la cabeza en las almohadas, una botella de alcohol y un corazón triste por la llegada de su Karma. Mi habitación olía a ese olor fuerte de whisky y cigarro, estaba con la misma muda de ropa de ayer y olía horrible. Había vuelto a mi visio de fumar para olvidarme de todo... Pero como puedo olvidar que ayer me confesé con la persona que quiero obtener su perdón y amor. Mi plan dos estaba en marcha y si este no funcionaba solo me quedaría uno. Eun woo estaba viendome en desgracia.

—Sí, Señor Jungkook que sucede. —Olío a alcohol— Señor estuvo tomando.

—No, para nada—negué.— Todo es tu imaginación...

—Si claro, pero sin ofender pero en ese estado no va a volver a conseguir el amor de Taehyung.

—Solo me quedan dos intentos, si arruino el segundo me quedaria uno  y el tercero sería el definitivo.

—Y usted ¿va a perder fácilmente? —preguntó con un tono preocupado.

Yo perder, nunca porque yo nunca pierdo... Bueno si perdí a mis hijos y al amor de mi vida por una mentira de unas fotos falsas.

—No— me removi de la cama para poder sentarme —Ay que ponernos en marcha de la persona que envió las fotos y del prometido de Tae. No quiero que mis hijos tengan de padrastro a un imbécil.

Porque para imbéciles me tienen a mí. Me puse de pie para darle la última indicación a Eun woo.

—Pon eso en la entrada de la habitación de Tae. Voy a ver a mis hijos.

—Eun deja el regalo acá yo se lo voy a llevar.

—Ententido señor Jeon. —respondió para luego irse.

Me fui a bañarme para ponerme una nueva muda de ropa y quitarme ese malo que tenía. Mis hijos me tienen que oler bien y no mal como estaba hace unos minutos atrás. Tae no comió su cena anoche y eso es preocupante,porque tal vez le pueda dar una enfermedad. Termine de cambiarme y salí de la habitación para ir a ver a mis hijos y de paso a Tae.
Mientras  caminaba por el pasillo vi la puerta de Tae.

—Entró o no—pensé en voz alta— Entró.

Me acerque a la puerta para llevar mi mano y tocar la puerta. Pero nadie respondió a mi llamado, eso me alertó y desesperado empecé a tocar más fuerte la puerta.

—Tae por favor abre la puerta.

—No —respondió con frialdad y crueldad.

—Abre, no quiero tumbar esta puerta.

Tae no dijo nada, se mantuvo callado pero un papel que pasó por debajo de la puerta me llamó la atención. Me agache y agarre el papel para ver que tenía de contenido.

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