4. Buscando el límite

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(esto está sin corregir porq soy una vaga. disculpen)



Valentín llora desconsolado, sus amigos se miran entre ellos pensando qué más pueden hacer para calmarlo. A pesar de haber perdido la final nadie estaba tan afectado como él.

"Bueno, Valen. Te llevaste el premio al mejor jugador, mirá el lado bueno..." decía su amigo señalando un pequeño trofeo de bronce que recitaba Valentín Barco. Jugador destacado del torneo.

Me chupa un huevo ese trofeo de mierda, piensa Valentín, que se lo metan en el orto.

No está llorando por haber perdido, llora porque sabe que cuando vuelvan a Buenos Aires Marcos va a dejar de estar a su disposición, como lo estuvo los últimos dos días del viaje. Probó muy poco de esa sensación, la de besarlo, la de dormir a su lado, y cree que nunca va a ser suficiente.

"Querés que llame a Mar-"

"No, no. gracias" lo corta antes de volver a escuchar su nombre completo. Es infantil, lo sabe, pero no puede evitar pensar que Marcos es suyo y solo suyo. Se siente enfermo de celos cuando lo ve con Enzo, que claro, es un hombre grande, experimentado, más vivo. Si él fuera Marcos, tampoco se elegiría a sí mismo. Valentín cree, entonces, que tiene que ser como el para gustarle a su entrenador. "Ya está, ya se me paso" dice recuperando el aire y limpiándose las lágrimas con las mangas del buzo. Su amigo lo mira para nada convencido pero asiente y entiende que el colorado quiere un rato a solas, así que se retira.

Sale del vestuario después de ducharse, las mejillas rojas por el agua caliente y rengueando de una pata. El esfuerzo que hizo por jugar todo el partido se sentía, apenas volvieran a Buenos Aires tenía un visita obligada con el radiólogo del club. Mira al suelo mientras camina, todavía frustrado por algo que ni siquiera había pasado, un miedo irracional al abandono. Trata de fingir estabilidad emocional cuando se reúne con sus compañeros para sacarse fotos y demás cuestiones protocolares, sabía muy bien que sus caprichos podían esperar.

Cuando termina se sienta en una silla para no sentir tanto el dolor en su tobillo, ya no aguantaba estar mucho tiempo de pie. Marcos lo ve de lejos y se acerca, con su conjunto deportivo y lentes de sol sobre la cabeza. Le revuelve el pelo y se agacha a su lado.

"¿Cómo está ese pie?" pregunta, estirando su mano para revisarlo. Desata los cordones de la zapatilla y le saca la media, dejando a la luz su tobillo rojo e hinchado. Niega con la cabeza y lo mira. Valentín se muerde la lengua para contener un quejido de dolor, ya que esa misma mañana se había vendado solito sin decirle a nadie, afirmándole al cuerpo técnico que su tobillo estaba en perfectas condiciones.

"No nos podés ocultar esto" el tono de su voz es firme y un escalofrío corre por su espalda al escucharlo. "Que sea la última vez que nos mentís para jugar, Valentín" le dice cuando se pone de pie, mirándolo con severidad. El pelirrojo esquiva su mirada y contiene el llanto con un nudo en su garganta. Se aguantó muchísimo dolor para estar en la cancha, para demostrarle que era fuerte, y se lo devolvía de esa manera. Estaban siendo muy injustos con él. No se merecía ese trato.

Cuando suben al micro se sienta solo, al fondo de todo. No tenía ganas de hablar con nadie ni que se le acercaran a preguntarle por su estado de ánimo. Simplemente quería estar solo para llorar en paz. Por suerte eran pasadas las siete de la tarde y había pocas luces en la ruta, así que todos comenzaron a caer rendidos en las butacas después de todo el esfuerzo realizado. El trata de imitarlos, pero por su mente pasan tantas cosas que le es imposible no mantenerse despierto todo el camino. Piensa, piensa y piensa. Después de una hora y media llegan al hotel.

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⏰ Última actualización: Nov 06, 2023 ⏰

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el favorito; valentín barco x marcos rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora