El día en que todo empezó

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Debería decir que esto es extraño escribirlo en estos momentos, parece que no me entiendes, jajaja. Déjame explicarte como terminé corriendo y en esta situación, parece que por fin logré encontrar la paz... o eso parece.

¡Ale! -dijo mamá yendo a mi habitación mientras que yo estaba tomando unas fotos con la cámara que mi padre me regaló en mi cumpleaños escuchando un ruido sordo hasta para un pájaro, abrieron la puerta- ¿estas listo? te recuerdo que no me gusta llegar tarde a esas reuniones familiares y más si tiene algo que ver contigo - sonaba desesperada, y algo molesta sobre mi comportamiento ese día- ¿tengo que usar este traje? -me enderece y voltee a verla incomodo rascándome el cuello por la rozadura de la ropa- sabes que no me gusta ir a esas reuniones, sé que es algo importante a mi edad, pero de verdad prefiero quedarme aquí esta vez- mamá soltó un suspiro profundo y agarro mi brazo para llevarme al auto cayéndome en la mitad de la escalera y con ganas de llorar solo por ser obligado a esto.

Ya en el auto me dispuse a escuchar un poco de música, me coloqué los audífonos a todo el volumen que se podía para no poder escuchar lo que decía mi padre sobre lo que quería que hiciera (grave error, ahora todo me persigue y está en mi contra) pedía estar solo en ese momento, pasaron varias horas hasta llegar a la "Gran Casa" o así le decíamos todos ya que era una de las casas más grandes de nuestra familia, y si se lo preguntan, si, teníamos fuertes cantidades de dinero cada pariente era más rico que el anterior. No me gustaba esto, mi abuela los hacia competir por más hasta que se quedaban sin un billete en la bolsa y todo se quedaba en casa de la abuela en la gran casa, admito que la propiedad era tan hermosa y tan grande que teníamos un caballo para cada uno. Pensaba en todo esto viendo la carretera sabiendo que estaba cerca de la hora feliz.  

Todo va y vieneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora