El día había llegado. Hoy, Lisandro emprendía su viaje hacia Holanda. Por suerte no me insistió mas con el tema de acompañarlo, pero tenia en planes sorprenderlo cuando termine mi curso en la facultad, ya que me consumía bastante y Licha era quien me ayudaba siempre a bajar los nervios.
— Cargador? Guantes para el frío? Bermuditas? Paraguas? Carilinas? — En todo el camino al aeropuerto le pregunté a Licha si tenia todo, estaba nerviosa y no entendía por que.
— Sssi, ma, tengo todo – Me respondió sonriendo aunque un poco harto de mis preguntas. — Sabes que el Ajax de por si me ofrece un depto con 4 habitaciones? Para cuando vengas a visitarme vas a tener donde dormir cómodamente —
Me reí ante su comentario, iba a responder cuando el chofer habló — Llegamos a destino señor y señorita Martínez — Con Licha nos miramos casi tentados hasta que me puse seria cuando me susurró no te queda mal ese apellido.
Nos encontramos con la familia de Licha, la cual nunca había visto en persona pero si habíamos hablado, eran todos un amor igual que él. Los pasos ya estaban hechos y ahora tocaba esperar a que Licha aborde.
— Por que estas tan nerviosa gorda? — Siempre que me dice así me pongo roja.
— No será porque estas por irte a Holanda a cumplir tu sueño desde que sos un nene? Posta no se como vos no estas nervioso —
— Estoy tranquilo porque se me esta dando todo como quiero. Mira, nuevo país, nuevo amor, nuevo club, nueva casita con pileta. Estoy hecho en la vida, me entendes? — Me había perdido cuando mencionó que tiene un "nuevo amor". Quien? YO? me puedo llegar a morir. —
— Quien es tu nuevo amor che, debe ser re linda — Le dije estratégicamente sonriendo, me la devolvió y respondió.
— Si, y es re mía — Dijo mirándome a los ojos, esa mirada mataba a cualquiera, y mas a mi diciéndome eso.
Yo que vos hermana...
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Mi mente estaba completamente en Disney. Volví a mirar a Lisandro y lo noté descolocado, como si estuviera viendo a una loca desquiciada caminando en dirección a nosotros. Me dio curiosidad y me di la vuelta, para encontrarme a nadie mas ni nadie menos que Muriel, la ex novia de Lisandro. Al final, Licha si estaba viendo a una loca desquiciada.
— Ay! menos mal que llegué. Como no me pasaste a buscar para despedirte me tuve que pedir un taxi y casi no llegó a saludarte Lichi, como te ibas a ir sin verme? — Exclamó Muriel con una sonrisa mas falsa que sus extensiones. La odié desde que se dirigió a Lisandro como "Lichi".
— Que haces acá Muri? Pensé que quedó en claro que nosotros nos despedimos hace rato. — Estaba siendo espectadora de una conversación tan incomoda que lo único que quería era que me tragara la tierra.
