Capítulo 1:

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 Monty estaba en su habitación, tirando y rompiendo cosas, ya se le hizo una costumbre hacerlo cada vez que tenía algún problema o simplemente sentía enojo por algo.

Hoy estaba furioso, ¿razón? Le agarró un ataque de ira la noche anterior y rompió a uno de los Staff Bots... Sí... Por esa razón ahora tenía que comenzar a pasar tiempo con Sun, el animatrónico y asistente de la guardería. Se pensaba que si pudo ayudar a Freddy con su depresión ante la pérdida de Bonnie, ¿por qué no ayudaría los ataques de ira de Monty?

Vanessa tuvo que dar la noticia.

"—Montgomery, tendrás que pasar unos meses con Sun en la guardería, al menos así tu comportamiento mejorará."

—Maldita sea, Vanessa...— Monty estaba a punto de tirar la pequeña mesa al suelo, pero se detuvo al escuchar la puerta abrirse.

—¡Montgomery, baja eso!— gritó Vanessa.

—¡Vanessa, toca la jodida puerta!— contestó mientras volvía a poner la mesa en su lugar.

—Como sea, tenemos que irnos.

—¿Es realmente necesario?— preguntaba el caimán.

—Lo es. Ahora camina.

Ambos se dirigieron a la guardería. La alegre música podía escucharse por todos lados, pero para el animatrónico y la guardia de seguridad, no era más que un dolor de cabeza.

En mitad de la guardería, Vanessa comenzó a gritar el nombre de Sun para que venga, pero no aparecía por ningún lugar.

—Genial, no aparece— Vanessa se cruzó de brazos— Seguramente se habrá escapado de la guardería otra vez... Iré a buscarlo, quédate aquí, Montgomery.

Monty se quedó esperando a que Vanessa se fuera, pero pareció que él no era el único que esperaba que la mujer se marchara.

Sun salió de su escondite (su cuarto) e hizo una clavada directo a la piscina de pelotas. Monty se asustó un poco por el estruendo, se acercó a la piscina de pelotas y Sun se asomó entre ellas.

—¡Hola!— saludó con emoción— Supongo que tú eres Monty.

—Eh... Así es.

—¡He escuchado mucho sobre ti!

—Oh, ¿en serio?— rodó los ojos, los cuales estaban cubiertos por sus lentes.

Sun salió de la piscina de pelotas y se paró junto a Monty.

—¡Sí, los niños me cuentan mucho sobre ti!— contestó.

El caimán se quedó mirando a Sun por unos minutos, a comparación suya, un animatrónico robusto, Sun era alguien demasiado flaco, estaba seguro que si lo tocaba lo destrozaría tan rápido como aquél Staff Bot.

—¿Pasa algo, Monty?

—Montgomery.

—¿Qué?

—Es "Montgomery" para ti.

Sun se cubre la boca. —Perdón, no sabía que te molestaba que te llamara "Monty"...

—Bien, me dijeron que tenía que pasar tiempo contigo para "calmar mis impulsos".

—Oh, cierto... ¿Quieres dibujar?

—¡¿Dibujar?!— repitió algo molesto— ¿Por quién me tomas? ¡¿Un niño?!

—Creéme, si algo he aprendido de esas hermosas criaturitas es que dibujar ayuda mucho.

Una buena compañía...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora