Capítulo 2:

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—Montgomery, es hora de que vayas con Sun— Vanessa golpeó la puerta del animatronico y lo esperó fuera de la habitación, estaba algo sorprendida, ese día no estaba haciendo un desastre, ni se escuchaba cosas siendo lanzadas al suelo o a las paredes.

Monty salió de su habitación con su bajo y comenzó a caminar camino a la guardería.

—¿No vas a quejarte hoy? La semana pasada estuviste quejándote como loco.

El animatrónico la miró con fastidio. —¿Prefieres que me queje?

—No, sólo digo... ¿Por qué llevas tu bajo?

—No te interesa.

Vanessa rodó los ojos. Al llegar a la puerta de la guardería, la muchacha se fue y Monty entró.

—Carajo, ¿qué los padres no les enseñan a comportarse?— Sun estaba intentando pegar la pata de una silla... a la silla.

—No es algo muy común escuchar a alguien que trabaja con niños insultar— rio Monty, asustando a Sun—, o al menos no lo es para mí.

—¡Montgomery!... Tú también insultas, por lo que me contaron— rio sun, quien ya lo había escuchado insultar antes.

—Sí, pero yo no trabajo con niños tan pequeños.

—Mejor cállate— Sun se da cuenta del bajo que llevaba el caimán en su espalda— ¡Trajiste tu bajo!

—Sip, he intentado completar alguna de las canciones que te mencioné.

—¿Y completaste alguna?— colocó la silla en el suelo.

—Obvio, escucha bien.

Fm, Gm, Cm, Fm; Fm, Gm, Cm, B♭, A♭, Cm, B♭, Gm. La última parte de la melodía se repitió. Una, y otra, y otra vez. Sun aplaudió cuando Monty dejó de tocar.

—Sigo pensando en una letra para la canción.

—No importa la letra, la melodía ya es bastante hermosa— Sun se colocó detrás de Monty y posó sus manos en los hombros del caimán—, pero si llegas a ponerle alguna letra, muéstramela.

Monty le sonrió (por dentro), por primera vez en mucho tiempo se sintió felíz por más de cinco minutos. Alguien al fin apreciaba el sonido de su bajo. —Eres el primero al que le gusta el sonido de mi bajo.

—¿De verdad? Nah, estás mintiéndome.

—Ojalá, las personas prefieren más el sonido suave de la guitarra que el sonido grave del bajo.

—Yo siempre sentí curiosidad por el bajo, su sonido es muy relajante... ¡¿Puedo tocarlo?!

—¡¿Qué?! ¡No!

—Ay, ¿por qué no?— preguntó, cruzándose de brazos.

Monty suspiró, le dio su bajo. —Si lo rompes, te romperé a ti.

Sun lo agarró con emoción, comenzó a tocar el bajo, él sólo colocaba sus dedos en cualquier posición y esperaba a que sonara bien. No era el caso.

—¿Quieres que te enseñe a tocar la canción que te mostré?

—¡Obvio que quiero!

Monty estuvo el resto de la hora intentando enseñarle a Sun, el animatrónico no pudo evitar frustrarse cada vez que se equivocaba, y Monty no pudo hacer más que reír ante su frustración.

A♭, Cm, D#...

—¡Mierda!— gritó Sun al equivocarse nuevamente, comenzó a tocar toda la canción de cero luego de unos segundos. Monty rio más fuerte, los rayos del sol giraron.—¡Deja de reírte!

—¡Pero es muy chistoso!— contestó, haciendo el gesto de quitarse una lágrima de la risa. Más que hacerle gracia, le causaba ternura que el sol en lugar de continuar la canción e ignorar el error, se quede quieto y vuelva a empezar.

—¡Uy, te juro que te voy a golpear con el bajo en toda esa bella cara que tienes!

—Me rompes el bajo, te hago trizas, no bromeo... ¿Dijiste que mi cara es bella?— Sun apartó la mirada algo avergonzado y sus rayos volvieron a girar, Monty volvió a reír— ¡Bueno, gracias!

Vanessa entró a la guardería y se acercó a los animatrónicos. —Montgomery, es hora de que vayas a tu habitación.

—Oh, ¿tan rápido? Qué lástima— se levantó del suelo y tomó su bajo de las manos de Sun— Hasta pronto, Sun.

—¡Hasta la próxima semana, Montgomery!

Monty llegó a su habitación, por fin estaba solo. El recuerdo de Sun tocando su bajo lo hizo sentir algo extraño, nunca había dejado a nadie tocar su bajo; ni siquiera a Roxanne o a Chica, ¿por qué a él sí? No lo supo...

«Qué raro» pensó.

Una buena compañía...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora