Lizette Ruíz
Junio 30, 2023
Apareciste de la nada en el momento que más te necesitaba, y desapareciste del mismo modo, cuando más necesitaba que me salvaras.
Llegaste el primer día de primaria, yo estaba llorando porque no quería entrar, estaba asustada. Y tu te acercaste, pusiste tu mano en mi hombro, y le dijiste a mi mamá que todo iba a estar bien, que tu me ibas a cuidar, tomaste mi mano y a pasos pequeños me llevaste hasta nuestro salón.
Para mí todo era nuevo (y sabemos cuanto odio lo nuevo), nueva escuela, nueva casa, nueva ciudad, nueva mochila, nueva maestra, nueva amistad. Odié cada segundo de ese día desde antes siquiera tener que vivirlo; ahora cuando pienso en ese día, quiero odiarlo, porque recordarte me duele, pero, aún es un día que terminó siendo muy bueno.
Y te fuiste cuando ellas intentaron deshacerse de mí, cuando él quiso terminarlo todo, cuando mi papá me dijo lo inútil que soy, cuando mi cuerpo me llevo al cajón de las medicinas de mi abuelita ¿dónde estabas? te necesitaba y no estuviste ahí, pero no importa, ya te perdoné, no era tu obligación.
No te preocupes, lo entiendo, a fin de cuentas, siempre fue así, era la amiga de repuesto. Era la última opción cuando necesitabas alguien con quién hablar. La amiga a la que buscabas cuando necesitabas algo, porque sabías que estaba tan desesperada por sentirme aceptada que lo haría todo.
Esto no lo vas a recibir, al menos no a tiempo. Quisiera tener el valor de enviarlo antes, para poder averiguar si aun te importo, aunque sea un poco. No lo haré, confirmar que no te importo lo arruinaría todo, mi autosabotaje no me dejaría terminar con esto.
Sammy

ESTÁS LEYENDO
Cartas de Sinceridad
Non-FictionPrepararse para el fin es importante, ¿o no? Muchas veces he considerado la idea de dejarlo todo de lado y tomar "la salida fácil", he analizado los pros (que admito son pocos) y los contras (que se vuelven cada vez más). Pero quizá esto ayude. Una...