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"Siempre habrán cosas que no podemos cambiar de nosotros mismos Max." Dije después de pensar su pregunta por algunos minutos. Tomo mis piernas y las puso encima de las suyas.

Se acercó a mi y después de verme por algunos minutos me dio un pequeño beso en la boca. Me beso lenta y cálidamente con ambas manos sosteniendo mis mejillas. El beso no duro ni cuarenta segundos cuando nos separamos. Me dio un beso en la frente y suspiro. "No puedo dejar de verte, no después de todo lo que ha pasado." Dijo Max. "Ya pasó demasiado entre nosotros y nos volvimos a encontrar t/n... debemos estar juntos." Me dijo y yo solo lo miré por un momento.

Muchas cosas pasaron durante nuestra separación, yo no se lo que él hizo y el no sabe lo que yo hice. Quizás yo hice cosas que a él le incomoden, quizás el hizo cosas que a mi me incomoden pero la cosa que a mi me preocupaba más era que el hubiera estado con alguien más en la intimidad, no sabía si sería capaz de ignorarlo.

Yo no lo espere a él en ningún sentido, solo nadie me interesaba. Conociendo a Max, dudo mucho de que el hiciera algo así con alguien de quien no está enamorado, por eso me dolería saber que el si lo hizo, que el se enamoró de alguien más.

Aun así, no es mi lugar cuestionar sus decisiones ni mucho menos juzgarle. "No podría vivir sabiendo que vas y vienes mientras yo me quedo en un lugar esperándote Max." Le dije y el me tomo la mano. "Sabes que no podría estar con eso, esperando a que vengas una semana cada tres meses, solo viviendo de verte en las vacaciones." Dije, me levante del sofá y puse los platos y las tazas en el lavamanos, el me siguió y se sentó en uno de los bancos de la barra de cocina mientras yo me preparaba otro café. El no decía nada, solo pensaba, estaba ideando el plan Perfecto para estar en dos lugares al mismo tiempo. "No puedes estar en dos lugares al mismo tiempo." Dije sirviendo el café en la taza.

"Porque no? Cual sería el problema? Estaría trabajando y satisfaciendo a mi chica al mismo tiempo." Dijo Max mientras se levantaba de su asiento y se dirigía hacia mi, solo me abrazo y yo decidí hundirme en sus brazos.

Estar entre sus brazos era de las veces en las que más amada me sentía, me envolvía en el como si hubiera sido hecho específicamente para que yo estuviera ahí, integrada a él. Sus brazos llegaban a cubrir partes de mi cuerpo que nadie más podría cubrir. Al estar entre sus brazos era como estar en una gran manta que fue diseñada solo para mi, para mantenerme cálida.

Solo estire mis brazos hacia su cuello y al levantar la cabeza para mirarle a los ojos el se encorvó un poco y me dio un beso. El beso fue igual de tierno y cálido pero esta vez duró más, esta vez el beso fue más largo y sus manos en vez de estar en mis mejillas se encontraban en mi cintura. Nos separamos después de un minuto y al hacerlo el medio un piquito en la boca. Me giré para tomar un poco de mi café pero el seguía detrás mío, abrazándome.

"Solo, no se como podríamos hacer esto funcionar." Dije de manera honesta, no tenía idea de cómo podríamos hacerlo funcionar.

"Puedo proponerte algo." Me dijo Max. Yo solo lo miré curiosa, el homo esto como señal para seguir explicando. "Yo tengo que estar aquí dos meses más, iré a Estados Unidos después de las vacaciones de Año Nuevo por el contrato que tengo con la disquera de aquí." Explico y solo asentí. "Podemos intentar salir un poco por ese tiempo y ver si la distancia nos afectaría mucho o no."

Sonaba bien, pero yo no quería eso. Yo no quería una prueba gratis, yo me conozco a mi misma y se que no funcionaría, nunca. Yo estaba enamorada de él, en este punto ya reconocía que lo amaba nuevamente. No podía solo jugar a los novios dos meses para que solo se fuera a otro país. Lo mire por un largo tiempo y después de dos minutos en su mirada podía ver que el sabía cual era la respuesta. Me tomo las manos y apoyo su cabeza en mi frente mientras cerraba los ojos. "Tú sabes que no puedo." Dije y aparte mis manos de las suyas para acariciar sus hombros. "Tú sabes que te amo demasiado para un ratito. Sabes que me partirás el alma si te vas tan repentinamente cuando apenas me acostumbraba a ti de nuevo."

Levantó su cabeza y empezó a acariciarme las mejillas. Me dio un beso en la frente y ahí, como por arte de magia se me ocurrió una idea.

Hacia algunos meses antes de ello, yo publiqué un pequeño libro con algunos poemas que yo había escrito. Aunque no era lo mejor, muchas personas me habían pedido más cosas que hubiera escrito para ver si era buena en otros estilos de escritura y si podría obtener trabajo en ese medio. Obviamente, ignoré la mayoría de las oportunidades ya que aun estoy yendo a la universidad y la mayoría de esos trabajos eran en otros países, ninguno en Chile. Algunos eran en Ciudad de México, otros en Los Ángeles, otros en Madrid, algunos en New York, etc. el punto es que ninguno era cercano pero la mayoría mantuvieron su propuesta abierta hasta diciembre.

Podría aplicar a alguno de ellos y quizás así podría viajar con Max frecuentemente mientras trabajo y estudio a su lado. La mayoría de esos trabajos eran de periodismo, excepto el de Madrid, ese era sobre una sobreviviente del cancer de pecho quien buscaba a alguien que pudiera contar su historia de la mejor y más vívida manera posible.

"Creo que tengo una solución." Le dije a Max con una gran sonrisa.

Siempre serás tu; Max Valenzuela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora