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"Te quedo claro?" Le pregunté después, han pasado dos horas y el lo único que hace es verme los pechos y decir "uh-huh" sin mirarme a los ojos.

"Si" dijo volteando los ojos de su laptop a mi pecho.

"Por amor a Dios" dije molesta y me levante, empecé a guardar mis cosas en mi bolsa.

"Que pasa?" Al menos me miro a los ojos cuando pregunto eso.

"Tengo casi tres horas sentada aquí contigo y no haz hecho nada más que repetir lo mismo una y otra vez sin mirarme a los ojos" dije molesta mirándolo a los ojos.

"Tengo tres años sin verte conejita, no sabia que las mujeres se desarrollaban después de los 15 años" dijo con una muy burlesca sonrisa en su rostro. Me estaba retando. Le gustaba verme enojada, le gustaba ser la causa de mi enojo. Más con estas cosas que me hacían sentirme bien al mismo tiempo, algo que no admitiría nunca.

Me di la vuelta y empecé a caminar en dirección al estacionamiento, sabía que me estaba siguiendo ya que no solo lo escuchaba quejándose si no que estaba gritando mi nombre. Parecía Niño de cuatro años perdido en Walmart llorando por su mami. Llegue a mi auto, abrí la puerta del copiloto, puse mis cosas ahí y cuando me subí a mi lugar el ya se había sentado en el asiento al lado. Tenía una sonrisa victoriosa en su rostro mientras sostenía mi bolso y libros en sus piernas.

"Aun no termina nuestra sesión" dijo mostrándome su reloj.

"Tengo derecho de terminarla cuando quiero" dije mientras ponía a andar mi auto.

"¿Quien te dio ese derecho?" Pregunto.

"Es hora de que te vayas" respondí.

"Me iré cuando complete mis tres horas de tutoría" dijo burlándose de mi.

"Tendrás que venir conmigo entonces, no pienso seguir con esa estupidez" Dije, mala idea, es un terco.

"Bueno. Se que tienes lugares interesantes que atender" respondió mientras se ponía el cinturón de seguridad. No iba a dejar que se saliera con la suya así que hice lo que mejor hago, cumplir mi palabra.

Ignorándolo maneje por diez minutos hasta llegar a un café en el que me gusta estudiar cuando tengo tiempo y hoy lo tenia. Tome mi bolso de la escuela algunos libros y me baje, atrás de mi el.

Camine, me senté en mi mesa de costumbre y me senté. En frente mío se sentó el. Saque mi computadora de su bolso y la puse frente mío, después mis libretas y libros.

"Cómo estás t/n? Hace tiempo no te veía" dijo Jack, mesero del lugar. Usualmente vengo dos veces a la semana pero esta semana no había podido asistir por la tutoría. Se que le gusto a Jack pero como mencioné anteriormente, no estoy interesada en nadie realmente y no iba a aceptar la cita de alguien quien no me gusta.

"Hola Jack, estuvo un poco ocupada esta semana pero estoy muy bien, tu como haz estado?" Respondí sonriente y totalmente ignorando la existencia de Max. De reojo pude notar que le molestara, el quería que esto fuera sobre el y su berrinche, no mi vida cotidiana.

"He estado muy bien, ha sido una semana ocupada pero he-" lo interrumpió la falsa tos de Max. "Estás bien amigo? Hay algo que pueda ofrecerte para esa tos?" Pregunto jack obviamente preocupado sin ver que Max solo estaba siendo un idiota.

"Claro, me podrías dar un latte de caramelo caliente con crema batida?" Preguntó Max serio y Jack solo lo apunto.

"Seguro amigo, tu t/n?" Me pregunto a mi, aun con una gran sonrisa. En este punto ya había notado que Max estaba siendo grosero y decidió ignorarlo, tan lindo como siempre.

"Un café negro por favor, la taza más honda que tengas" dije con una sonrisa. Jack solo asintió y se fue, se le veía que solo quería escapar de la horrible situación en la que Max lo puso con sus groserías.

"Algunas cosas nunca cambian" dijo Max. Solo lo mire confundida. No sabía si hablaba de algo que tendría que ver con Jack o algo parecido. "El café" dijo.

"Ah" en el pasado teníamos peleas acerca de que tomaba mucho café. Muchas veces cambio mi café por descafeinado o me decía que me pagaba si lo dejaba ya que me estresa, según el. "Bueno, no tienen porque" respondí sin prestarle atención.

"Por supuesto, algunos hábitos ni cambiando recipientes se van." Dijo haciendo una broma sobre sus métodos del pasado. Lo sentía mirándome y seguí leyendo su folder una y otra vez.

"Cual es tu carrera?" Pregunté ya que no tenia ni idea, literatura básica es una obligatoria, todos tenemos que tomarla para tener el diploma.

"Mercadotecnia, supuse que me ayudaría más que ir por algo relacionado al arte." Evidentemente tonto no es, no hubiera hecho lo que le dije.

Unas semanas antes de terminar nuestra relación tuvimos una pelea sobre cómo nuestras carreras no tenían nada similar y lo que decidí fue tratar de ayudarlo a que al menos escogiera el título que si le serviría.

Yo estaba sintiendo como se alejaba de mi, con cada segundo pasante sentía como me atravesaba. Siempre senti que éramos uno mismo, por eso lo amaba. Nos complementábamos tan bien, a lo que el le hacía falta yo lo tenía y lo que a mi me hacía falta el lo tenía. Éramos uno. Sentí todas y cada una de las emociones cuando me di cuenta de que ahora era solo yo.

Era algo inevitable, no teníamos futuro juntos y con 16 años no lo íbamos a hacer funcionar. Mi única opción era ayudarlo a no arruinar su futuro con un título sin significado. Le dije que se metiera a mercadotécnica ya que el talents para la música ya lo tiene, solo tiene que aprender a manejar sus finanzas y de alguna manera comprobar por si mismo que no le están cobrando precios injustos por cosas tontas. El no podía vivir pagándole a otras personas para que hicieran algo que el era capaz de hacer por altos precios.

"Buena decisión." Dije leyendo la pequeña carta, intentando pensar en que comer.

Siempre serás tu; Max Valenzuela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora