capitulo 8.

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Seis meses después.

—¿De verdad es tu primera vez pidiendo dulces? — El menor asintió llevándose un chocolate a la boca.

— Si, mi madre decía que era algo del diablo, no lo sé, siempre quise hacerlo pero luego crecí demasiado y parecía un deseo tonto. — Mencionó volteándo su rostro para mirarlo. —¿Que hay de ti? ¿salías cada Halloween?

JungKook sonrió leve mirando a su esposo, cuando llegó con la idea de salir por dulces creyó que sería algo infantil pero verlo disfrazado de rosita Fresita era muy lindo.

Otra cosa que no sabía de su esposo, cada día aprendía algo nuevo con TaeHyung, como su amor por los chocolates y las uvas verdes.

— Solía salir con mi padre cada año pero cuando él murió no sentí ganas de ir por dulces. —  La mirada de TaeHyung se suavizó,  sabía lo que le habían hecho al padre de JungKook y estaba muy enojado con esas personas.

— Pero ahora puedes salir conmigo. —  Sonrió apoyando su cabeza en el hombro del mayor. TaeHyung tenía un don increíble para hacer sentir mejor a las personas.

— Claro que lo haré, saldré a pedir dulces contigo cada año. — El mayor tomo las mejillas de su esposo entre sus manos y luego le besó. Sentía como si todo lo que estuviera viviendo fuera solo un sueño.

Tenía que tocar, besar, apretar a TaeHyung para saber qué era real, que estaba ahí, que lo amaba y lo miraba con tanta admiración.

— Sabes delicioso, eso me da ganas probarte un poco más. — las mejillas del menor tomaron color y este solo pudo reír bajo.

— Uh, creo que no está mal. — Sonrió poniéndose de pie para extenderle una mano. — Vamos a la cama. — JungKook se mordió el labio y rápidamente abrazo el cuerpo del menor.

— No me provoques así, sabes que luego no puedo parar. — Deslizó sus manos hasta el trasero del menor donde lo apretó a su gusto. —¿Crees que pasó muy desapercibida está falda para mí? Tal vez te folle con ella puesta, quién sabe.

El pelinegro junto sus labios con los contrarios empezando un beso desesperado y lleno de pasión. Toda la noche se trató de ellos amándose física y mentalmente. JungKook beso cada parte del curvilíneo cuerpo de su esposo. Deleitándose con cada uno de ellos.

Le dio todo el placer que TaeHyung anelaba e incluso más, todas las posiciones de las que sus ojos fueron testigos, se sentía satisfecho con su esposo cansado sobre su pecho.

Pero había algo más, la culpa, el cosquilleo molesto, los pensamientos carcomiendole, si TaeHyung llegaba a enterarse jamás lo perdonaría, no podía permitirse perderlo.

El tiempo había pasado y Jay no hacía acto de presencia, no podía bajar la guardia a pesar de que no había sabido de ella desde aquel momento.

También estaba teniendo demasido trabajo, casi no podía pasar las tardes con su bonito esposo, la mayoría de las veces lo llevaba con él pero estaban tocando temas sobre la empresa y no quería que TaeHyung lo escuchase.

— Tal vez hoy llegué un poco tarde, si no es así te enviaré un mensaje, ¿vale? — Murmuró el mayor acomodando algunos papeles en su maletín bajo la atenta mirada de su esposo.

JungKook ya estaba vestido con su traje de mezclilla, mientras que el pelirrojo sólo llevaba una simple camisa de pijama.

— Está bien, no te trabajes demasiado. — Le besó castamente los labios. — Tal vez hoy visite a mis padres, ya casi es navidad así que estaría bien arreglar una cena, además me han llamado, quieren que vaya. — Informó dándole un sorbo a su taza de café.

Decisions. |Kookv.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora