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Tzuyu se recostó en su cama, soltando un largo suspiro. Observó las paredes llenas de escenas de sus animes favoritos. Haikyuu, Kimetsu no Yaiba, Boku no Hero Academia, Death Note, Tokyo Ghoul, entre tantos.

Sana se parecía un poco a la versión femenina de Armin con ese color de cabello que usaba actualmente.

Gruñó suavemente, ¿sería posible que dejara de pensar en Sana?

Bufó, negando mientras tomaba asiento en la cama. Se cruzó de brazos frente al dibujo de Totoro que había pintado hace tiempo en la pared junto a su compañera; ella no sabía realmente dibujar, pero Totoro tampoco era muy complejo.

Podría intentar dibujar a Sana.
Soltó una pequeña risa ahogada. Claro, imposible, apenas podía agarrar un lápiz.

Decidió que hasta ahí llegaba su sufrimiento, necesitaba conocer un poco más de Sana, la chica anime de la vida real. Iba a hablarle. Lo haría pronto.

O moriría.

Necesitaba la atención de esa chica.
Podría tener fácilmente la atención de cualquier persona de la universidad, pero ella ahora quería la de ella, Minatozaki Sana.

Desde ahora iba a vestirse y arreglarse mucho mejor, tal vez así lograba interesarle desde el primer momento en que le viera.

ANIME GIRL | SATZUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora