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Tzuyu de pronto se sentía como una niña de 13 años viendo su primera pornografía escondida de su mamá.

Avergonzada, estaba tan avergonzada.

Se recostó en la cama intentando regular su respiración después del intenso orgasmo, Sana había salido de su regazo.

一Amor, ¿tan buena soy? 一rió Sana suavemente comenzando a desabrochar su mojado pantalón.
一¿Qué jodida expresión fue esa? 一murmuró la menor con un brazo sobre su rostro, recordando la cara que había colocado Minatozaki.

一¿Te gustó? Es lo que hacen las niñas en los mangas cuando las están jodiendo.
Sana retiró el pantalón contrario junto a la ropa interior y las tiró al piso, ella era un desastre.

La mayor se inclinó sobre su entrepierna (húmeda ahora), y comenzó a lamer el poco líquido restante, como si de un gatito se tratase.

一Bebé. 一murmuró en un quejido, llevando su mano a su cabello para intentar alejarla, pero Sana no le hizo caso.

一Dios, me hubiera gustado que te corrieras en mi boca. 一murmuró separando sus labios mayores para lamer sobre y bajo estos a su gusto, chupeteando de vez en cuando su clítoris.

Tzuyu abrió los ojos soltando un grave gemido ante las acciones, ¿Sana siempre había sido así de caliente y ella nunca lo notó?

La mayor se levantó, aún estaba completamente vestida, así que de a poco retiró su ropa con una expresión desinteresada.

La menor se sorprendió levemente al verle, su intimidad estaba completamente depilada y a Tzuyu  se le hizo agua la boca.

Sana había lamido los pelos de su monte de Venus una y otra vez, tanto que los tenía peinados ahora. No iba a poder devolverle el favor.

一¿Eres virgen? 一preguntó Sana mientras caminaba hacia la cama, y apoyó una rodilla en ella, aún de pie. Llamó a Chou con su índice.

Tzuyu se sentó en la orilla, acercándose a ella para colocar sus manos en sus caderas, y comenzó a besarle el torso suavemente, como Sana había hecho anteriormente.

一No. 一respondió apenas, cuando Sana levantó sus brazos, pudo acariciar con su lengua cada una de sus marcadas costillas.

一Yo tampoco. 一respondió la mayor, dejando caer sus manos en su pelo cuando Tzuyu introdujo la lengua en su ombligo.

Como si no fuese obvio.

La menor subió las manos por su cuerpo, atrapando sus bonitos pezones en sus dedos.

一Eres tan hermosa. 一susurró bajo los gemidos suaves de Sana.
Tzuyu se inclinó para dar una larga lamida a la húmeda intimidad frente a su rostro.

一Buena chica. 一murmuró Sana en un gemido, mientras deslizaba sus dedos por su cabello.

La menor continuó lamiendo lento el coño ajeno, los bonitos ruidos que soltaba Sana comenzaban a excitarla nuevamente. Llevaba unos buenos minutos en aquel extraño inicio de una mamada cuando la mayor le alejó.

一Basta, quiero el consolador ya. 一murmuró con los ojos cristalizados, moviéndose para acostarse en la cama, con el culo alzado hacia ella.

A Tzuyu le encantó la vista. Le dio la espalda para tomar lubricante y el juguete que guardaba en su mesa de noche, arrojándolos a la cama.

Se acercó a la mayor, y para la sorpresa de la misma, se inclinó y hundió su boca entre sus pálidos glúteos.
Sana soltó un fuerte gemido, llevando su mano hacia atrás para empujar su cabeza más cerca, y Tzuyu gustosa le obedeció.

Continuó con las lamidas y chupadas unos minutos, pero pronto se alejó para prepararla con sus dedos.Sana sonaba tan lindo.

Cuando terminó de prepararle, colocó un arnés alrededor de su cintura y ajustó bien el consolador antes de meter el juguete despacio en ella, sintiéndose en el cielo debido a la forma en la que Sana gemía.

No podía dejar de pensar en su bonita chica, en Minatozaki Sana, su personaje salido de un anime. Se la tuvo que imaginar, ya que lo único que podía ver era su espalda.

一Eres tan hermosa. 一murmuró mientras comenzaba a mover sus caderas con más fuerza, más rápido.
Gemidos y gritos fue lo único que recibió de vuelta. Sana era jodidamente ruidosa.

Estaba tan metida en sus pensamientos, disfrutando de la chica, que no se dio cuenta de que Sana estaba colgando de la cama.

一Oh, Minatozaki, eres un sueño. 一le murmuró cuando logró arrastrarla de vuelta al centro del colchón.

De la boca de Sana salían un montón de groserías mientras movía suavemente sus caderas una y otra vez.

Tzuyu se lamentó por Dahyun. Y sus vecinos.
El ruido de ambas pieles chocando le encantaba, estaba obsesionada con el sonido. El ambiente que la chica generaba era realmente placentero.

Ninguna de las dos dijo otra palabra, los gemidos eran el único ruido que salía de sus bocas. Tzuyu había vuelto a moverse rápidamente, haciendo que Sana se aferrara contra las sábanas, mientras sentía a la menor golpear su punto una y otra vez.

Chou se estaba cansando de moverse tan rápido, pero entonces Sana se corrió, apretando su jodido coño alrededor del juguete, lo que le dio la vista perfecta a Tzuyu para frotar su clítoris hasta acabar nuevamente mientras escuchaba a la mayor jadear cansada después de gritar su nombre.

ANIME GIRL | SATZUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora