Capítulo 4

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Cumpleaños número cinco

Jimin jadeaba mientras se mordía los labios porque Yoongi estaba haciendo cosas maravillosas entre sus piernas. Los dos disfrutaban de su intimidad sudorosos y con la puerta de la habitación asegurada para evitar que su hijo entrara a molestar. La lengua del rey del infierno llegaba a los lugares más prohibidos del cuerpo de su esposo.

—No... pares... —dijo entre gemidos.

—Shh... —Yoongi le puso la mano en la boca para callarlo.

Ambos disfrutaban y cuando estaban a punto de llegar al cielo Jilianny los interrumpió tocando la puerta desesperadamente.

—¡El amo Jungkook se perdió, no lo encontramos!

De inmediato se pusieron de pie para vestirse y salir a averiguar qué era lo que estaba sucediendo.

Las alas del pequeño Jungkook acababan de emerger por completo. Aprendió a volar rápido y si era difícil atraparlo cuando corría por el castillo era todavía más complicado hacerlo mientras volaba porque el travieso se salía por las ventanas volando por todo el infierno. En esa ocasión buscaba un árbol de mandarinas demoníacas ya que eran la fruta preferida de Yoongi y escuchó que le decía a Jimin que tenía antojo de comer algo dulce. Luego los dos se encerraron en la habitación real pero su papi no comió nada dulce por lo tanto decidió ir a buscarle algo para comer. La inocencia del niño era pura, sin embargo alarmante para los adultos que comenzaron a buscarlo por todo el reino.

—¡Aquí están! —dijo señalando al árbol de mandarinas demoníacas.

Eran exactamente iguales a las mandarinas que crecían en la tierra, la diferencia era el árbol en el que crecían, al ser cultivadas en el infierno el tronco era grueso y tan alto que casi llegaba a la franja que protegía el reino para que no ingresaran invitados no deseados.

—Llevaré muchas —dijo con voz traviesa, pero antes partió una por la mitad probándola— ¡Rica!

Pero una sola mandarina no era suficiente, Jungkook comió tantas hasta quedar saciado para posteriormente quedarse dormido en la copa del árbol.

Mientras él dormía plácidamente el reino entero era alertado de su desaparición. Jimin volaba de un lado a otro cayendo en desesperación y estrés desbordante.

—¡Encuéntrenlo, quien lo traiga le concederé cualquier cosa! —gritaba desesperado.

—Tranquilo Jimin, va a aparecer.

—¡Estamos en el infierno, este lugar es peligroso! —gritó asustado.

—¿Otra vez con eso? Creí que hace dos años habíamos superado ese tema...

—Me refiero a que hay lagos de fuego, demonios y...

—¡Esos demonios son mis súbditos, adoran a Jungkook! ¡¿Tú crees que van a lastimarlo?! ¡Mierda Jimin, me tienes arto con tus comparaciones cielo/infierno! ¡Ya basta! —gritó enfurecido.

—No comparé nada... —murmuró.

—Entonces deja de decir tonterías. El niño está perdido pero ningún súbdito va a lastimarlo.

—¡Mi amo, no lo encontramos! —gritó Jilianny.

—¿Alguien lo vio salir del reino? —preguntó Jimin.

—No, las fronteras permanecen cerradas desde el día de su nacimiento, nadie puede entrar ni salir de aquí.

—Ha de estar escondido en algún lugar —dijo Yoongi— Tráeme una prenda suya le dijo a Jilianny y este se fue corriendo a buscar alguna camisa del niño

Mi Demonio Favorito || FANFIC || YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora