Prefiero Ser El Rey

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Episodio 6

Retrocedamos en el tiempo por un momento.

Hasta poco después de que Astarote naciera, el poder del Rey, un héroe de guerra, no tenía problemas para controlar a los nobles.

Sin embargo, una vez terminada la guerra, los nobles que recibieron de vuelta a sus soldados rasos alzaron la voz en sus respectivos territorios.

Los nobles se dividieron en dos grandes grupos. Una facción que sigue las órdenes del rey y es leal, y una facción que representa los derechos de los nobles.

Mientras que el jefe de la facción de los nobles es el Marqués de Montpellier y el jefe de la facción del Rey era la familia del Duque de Granada, figura fundadora del norte, durante generaciones.

«Nunca pensé que este niño estaría aquí.»

...Esta es la primera vez que conozco al Duque de Granada a esta edad, ya que solo lo conozco desde que soy adulto.

—Saludos a la estrella de Hallstein.

Al verlo arrodillarse sobre una rodilla para inclinarse cortésmente, viejos recuerdos llegaron a mi mente.

La familia real se va debilitando poco a poco y el Marqués de Montpellier, que ha llegado al poder, tenía que tener cuidado.

Fue gracias a la existencia del Duque de Granada, un fiel guardián de la familia real, que pudo proteger constantemente la posición precaria de Astarote.

Por supuesto, fue un gran inconveniente que no siempre pudiera venir a ayudar porque estaba lejos.

—...Levántate.

Sólo después de que le di permiso se levantó.

Luego, con toda naturalidad, se puso delante de mí y se quedó frente al Marqués de Montpellier.

Como un perro guardián que protege a su amo.

Ya han pasado 30 generaciones desde que ha sido leal a la familia real, y el joven que se convertirá en el próximo Duque de Granada literalmente parece salido de un cuadro...

«Aunque todavía es un niño, pero...»

Cuando sea adulto, será muy alto y tendría que mirarlo hacia arriba durante mucho tiempo.

Él también tiene ahora sólo diez años.

—Su Majestad lo está buscando.

-Entonces supongo que tendrán que disculparme.

Ante las palabras del joven Duque, el Marqués de Montpellier se retiró obedientemente. Cuando se iba, se molestó en añadir un comentario.

—Astarote. Por favor, no olvides tu promesa de antes.

El Marqués de Montpellier, con una mirada infinitamente siniestra, quería de mí una respuesta definitiva.

Después de asentir, el Marqués de Montpellier se fue tranquilamente.

Cuando la desagradable figura desapareció en la distancia, el Duque preguntó primero.

—¿Qué promesa le hiciste al Marqués?

—¡Ninguna!

Mientras intentaba disimular la situación, pero accidentalmente me puse demasiado seria.

—Bien que. Escuché que tiene la misma edad que yo, así que es la primera vez que lo veo, así que es bueno conocerlo. ¿Puedo hablar contigo?

Intenté pasarlo por alto, fingiendo que no era gran cosa. Afortunadamente, el Duque de Granada miró fijamente, se arrodilló e inclinó la cabeza.