Prefiero Ser El Rey

12

Episodio 12

Sir Dionis me advirtió de antemano.

—Después del primer entrenamiento, puede sentir dolor en las muñecas, los hombros, los brazos, los muslos y las pantorrillas. En ese caso, debe detener el entrenamiento inmediatamente.

Por alguna razón, el entrenamiento de esgrima sonaba como si me dijera que lo dejara.

—Los músculos se tienen que usar de todas formas. Estoy bien, quiero practicar lo mejor que pueda.

Así que respondí con audacia, pero...

—¡Ay!

Desde el primer día de entrenamiento, los músculos que no usé comenzaron a gritar.

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A la mañana siguiente. Miré el techo familiar y me quedé acostada en la cama sin moverme.

—¿Estás bien?

—No estoy bien.

Bajo la condición de que me enviaran a Sir Dionis todos los días, tuve que volver a la residencia del Archiduque Hallstein fuera del palacio.

«Esta es mi situación ahora.»

Miré mis manos hinchadas y sonreí amargamente. Pensé que el entrenamiento básico sería fácil de seguir, pero como todavía era joven, no era fácil.

Como si leyera mis pensamientos, Mina me preguntó.

—¿No sería mejor que aprendiera después de crecer un poco más?

El argumento de Mina tenía sentido.

El primer año era prácticamente un tutorial, y la mayoría de las veces solo tenía que hacer amistad con los personajes cercanos y pasaba en un instante.

Pero esta vez es difícil.

—No tengo tiempo.

Solo me quedaba un año para la competencia de caza.

—¡Ay!

Este dolor muscular era parte del proceso.

Entonces se oyó un golpe en la puerta.

Mina se apresuró a mirar quién era.

—Señorita, tiene una visita.

—¿Una visita?

Me pregunté quién sería a esta hora, pero lo entendí cuando lo escuché.

—Tráelo.

La persona que entró por la puerta era Ryan. Es el Duque de Granada que se había convertido en mi prometido por casualidad.

—¿Ryan?

—Es un regalo.

Trajo una bolsa de papel llena de cosas y vino a mi habitación.

—¿Qué es todo esto?

—Pensé que lo necesitarías.

Puso las cosas sobre la mesa.

—Esto es un papel con medicina para poner en las partes doloridas, se llama parche.

—¿Hay parches?

También había una crema fría para el dolor muscular y una pelota para estirar.

Había tantas cosas increíbles en este mundo que me sorprendió.

—Si te duele la muñeca, aplica esto en el brazo.

Al ponerme la crema en el brazo, sentí un frío en la piel.