Capítulo 1

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Kihyun estaba solo, sentado en el alféizar de una gran ventana en la parte trasera del complejo, mirando por ella. Realmente no tenía mucho que ver. Sólo la autopista que discurría por la parte trasera del edificio, pero seguro como el infierno que era mejor que salir y hacer frente al resto de la coalición.

Al menos en ese lugar, tenía un poco de paz. No tenía que hacer frente a las burlas o escuchar los insultos que le lanzaban en su camino. No tenía que oler el odio que salía de los demás o sentir su hostilidad. La mejor parte de todo, no tenía que ver las miradas de disgusto en sus rostros mientras miraban por encima del hombro a la sucia hiena.

No importaba que fuera medio halcón, lo único que importaba era el hecho de que cuando cambiaba, lo hacía en forma de hiena. Así que por lo que a ellos se refería era una auténtica hiena. Aunque su hermano, Niel, también lo era en parte, al transformarse en halcón, lo trataban como a uno de los suyos.

Kihyun quería odiar a su hermano por eso. Aunque se pudriría antes de admitirlo, pero al final, realmente, él lo amaba demasiado. Niel lo había acogido y le había dado algo que su madre y su padre nunca habían sido capaces de darle, una mano cariñosa y un buen hogar.

—Hey, ¿qué estás haciendo aquí solo? —preguntó Tao mientras se sentaba junto a él.

Un halcón y uno de los pocos amigos de Kihyun, Tao siempre tenía una sonrisa en su rostro y una boca que no paraba de hablar. O al menos lo hacía ahora que estaba acoplado y curado de sus heridas.

—Estoy tratando de esconderme —reconoció Kihyun.

—Pensaba que generalmente lo hacías en el techo.

—Lo hacía, pero los Halcones me descubrieron y comenzaron a volar por encima y a tirarme piedras —dijo Kihyun, su rostro sonrojándose.

La indignación se mostró en el rostro, por lo general tolerante, de Tao. —¿Me estás tomando el pelo? ¿Se lo has dicho a alguien?

Kihyun negó, su desgreñado pelo marrón cayó sobre su rostro. —Es muy vergonzoso.

—¡Jodida mierda! No puedes permitir que te traten así. Al menos deberías decírselo a tu hermano.

—Ya se mete en bastantes peleas por mí.

—Entonces díselo a Lucas o a Hyukjae.

—No quiero molestarlos. Ya tienen suficientes problemas, sin tener que preocuparse por mí.

Tao levantó las manos al aire. —Bueno, ¿qué hay de Kun?

Él es bueno haciendo que los Halcones se comporten.

—Kun tiene bastante en su plato en este momento.

Kihyun no podía divulgar que Kun estaba en la enfermería desde la noche anterior porque había tenido un bache en la carretera en su batalla contra su trastorno bipolar. Habían tenido que bombearle thorazine para calmarlo, y había sido muy malo. Así que el último a quien Kihyun podría acudir era a él.

—Bueno, ¿qué hay de Junho? Es tu jefe, ¿no?

Kihyun miró a Tao de reojo. —También es un felino. No creo que los Halcones lo escuchen.

Tao inclinó la cabeza hacia un lado. —Tienes razón en eso. Siempre se puede ir a Xiumin. Podría asustarlos para que fueran amables contigo.

Kihyun se estremeció. —No, gracias. Ese tipo me aterra. Tengo miedo de estar en la misma habitación que él, y mucho menos decirle que estoy siendo víctima de acoso y que por favor me ayude. Me hace sonar como un niño que acude al gran matón en el patio de recreo y le pide ayuda.

Serie de los CP 26 - La Expiación de KihyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora