Capítulo 6

65 10 0
                                    

De camino a su primera misión, Kihyun se encajó entre Tao y Niel en la parte trasera de la camioneta. Estaba tan nervioso que temblaba de la cabeza a los pies y se sentía mal del estómago. No ayudó que Niel siguiera ladrándole órdenes.

—Asegúrate de que estás a mi lado todo el tiempo.

—Lo tengo —respondió Kihyun, poniendo sus manos en las rodillas para evitar que rebotaran arriba y abajo.

—Mantén la cabeza en alto todo el tiempo.

—Lo haré. —Kihyun tragó saliva en un esfuerzo para no vomitar.

—Si te digo que te pongas a cubierto, lo haces. No juegues al héroe ahí fuera.

—Lo haré. —Kihyun repitió comprobado el velcro de su chaleco antibalas para asegurarse de que estaba en su lugar.

—Si te disparan, te voy a patear el culo.

—Está bien.

Muy pronto, la camioneta se detuvo en un antiguo garaje. Había sido abandonado hacía años, y ahora estaba ocupado por cambiaformas Arañas. Cambiaformas Arañas que habían desarrollado un amor por la carne humana. El gobierno humano le había ordenado a la coalición que limpiara el lugar, así que allí estaban, como una versión mejorada del insecticida Raid.

Todos salieron y se tomaron un minuto para mirar el aparcamiento. Desde el exterior, parecía bastante inocente. Era un antiguo edificio de cemento que tenía cerca de cinco pisos de altura. Los jardines que lo rodeaban no habían sido cuidados. Había malas hierbas y terruños de hierba alta mezclados con basura y otros desechos.

Entonces el viento se levantó, y Kihyun detectó el fuerte olor de la descomposición. A diferencia de la mayoría de las otras Hienas, eso no le gustaba. Hizo que su estómago se revolviera, y se atragantó.

—¿Qué? ¿No te gusta el olor de la podredumbre? Pensé que a todas las Hienas les gustaba —sonrió un halcón.

—No olvides que es medio halcón —espetó Niel

—Y esa parte odia el olor —dijo Kihyun.

Ag, era fuerte, demasiado. No ayudaba que estuviera mezclado con el hedor de las Arañas, que tenían su propio olor amargo. Eso, y la usual peste de la ciudad, fue suficiente para poner la nariz canina de Kihyun a toda marcha. Él se sacudió, no les iba a dar a los Halcones la satisfacción de verlo tan nervioso antes de que siquiera empezara la misión.

Taeyong lideraba la misión. Llegó al frente del grupo y empezó a darles órdenes. —Está bien, quiero que todo el mundo mantenga sus ojos abiertos hacia las sombras. Ahí es donde a estos cabrones les gusta esconderse.

A pesar de que Kihyun asintió, un escalofrío de repulsión lo atravesó. Nunca había visto a un cambiaformas araña en su forma animal antes, pero sólo podía imaginar lo horrible que iba a ser. Sólo esperaba no asustarse y gritar como una niña. Niel nunca lo dejaría en paz con eso.

Se pusieron en formación, Tao a un lado, Niel al otro de él, y empezaron una marcha lenta pero constante por el aparcamiento. Ellos eran uno de los dos equipos. El otro iría por la entrada sur. El plan era cortar las vías de escape para que las Arañas se vieran acorraladas el tiempo suficiente para matarlas a todas.

Con cada paso que daban, el corazón de Kihyun latía más dificultosamente. Un sudor estalló bajo su chaleco antibalas, su respiración agitada. Agarró su arma como si fuera su tabla de salvación.

—Está bien estar nervioso. Aquí todo el mundo lo está.

Solo un tonto no lo estaría —Niel le aseguró.

Serie de los CP 26 - La Expiación de KihyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora