Capítulo 2

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Yesung parloteaba sin cesar algo sobre la última misión, pero Minhyuk no lo estaba escuchando. Todos sus pensamientos estaban en una pequeña hiena que estaba a pocos metros de distancia.

Minhyuk se preguntó si Kihyun se daba cuenta de lo jodidamente apuesto que se veía en ese momento, apoyado contra la ventana. La luz del sol mostraba los aspectos más destacados de su pelo castaño ligeramente largo. Sin embargo, al mismo tiempo, acentuaba las motas doradas en sus ojos castaños. También mostraba todas las curvas del delgado cuerpo de la hiena perfectamente, su apretado cuerpo preparado para entrar en acción ante la primera señal de problemas.

Como siempre, cada vez que miraba a Kihyun, notaba el toque de tristeza que se reflejaba en los ojos del joven. Minhyuk daría cualquier cosa con tal de sustituir esa expresión por una de felicidad. O mejor aún, una de pasión.

Minhyuk miró hacia otro lado, un poco avergonzado de sí mismo. Con todo lo que Kihyun había pasado, lo último que necesitaba era que alguien lanzara su lujuria sobre él. Pero no podía evitarlo. La atracción que sentía hacia Kihyun era demasiado fuerte para negarla.

Antes de que se diera cuenta, sus pies se movieron en dirección a Kihyun. Yesung le gritó algo, pero él simplemente ignoró a su compañero cambiaformas tigre. Estaba demasiado decidido a ir hacia Kihyun en ese momento. Podría haber llegado una banda a toda marcha a través de la sala principal de la coalición, y Minhyuk ni la habría notado. Lo único que le importaba era la pequeña hiena que ahora lo miraba con los ojos muy abiertos.

Mientras se acercaba, Minhyuk medio esperaba que Tao y Wooyoung lo abandonaran dejándolo con él y dándole un poco de privacidad a Kihyun. En cambio, la pareja se quedó donde estaba, con una mirada protectora en los ojos de ambos. Aunque Minhyuk apreciaba el hecho de que se preocuparan por él, le hubiera gustado que le permitieran un tiempo a solas con la hiena. Pero como no parecía que eso fuera a suceder a corto plazo, tendría que lidiar con ello.

—Hey, Kihyun —dijo Minhyuk cuando se detuvo justo delante del pequeño cambiaformas.

Kihyun lo miró desde debajo del borde de su largo flequillo, sus ojos castaños llenos de desconfianza. —Hola.

La cantidad de vulnerabilidades que venían junto con esa única palabra hizo que Minhyuk quisiera arremeter contra todos los que lo habían tratado como basura. Había oído todos los insultos que le lanzaban. Aunque este actuaba como si no le molestaran, Minhyuk lo conocía mejor. Había visto la forma en la que los hombros de Kihyun habían caído a menudo derrotados. La forma en la que se iba y trataba de esconderse de todo el mundo, incluso de su propio hermano.

—Me preguntaba si te gustaría ir a tomar una taza de café y escapar de este lugar por un tiempo —ofreció Minhyuk.

Kihyun ladeó la cabeza hacia un lado, como lo haría un perro confundido. —¿Me estás pidiendo una cita?

—Sí, lo hago. ¿Por qué te sorprende tanto?

Kihyun parpadeó hacia Minhyuk un par de veces, como si pensara que el tigre hubiera perdido la cabeza o algo así. — Bueno, porque la mayoría de la gente prefiere perder un miembro a ser visto en público con una hiena.

—Bueno, la mayoría de las personas son idiotas.

Una expresión de dolor brilló en el rostro de Kihyun. Eso era lo último que Minhyuk hubiera esperado. —¿Has perdido una apuesta, o todo es sólo una especie de broma para ti?

Ahora fue el turno de Minhyuk de sentirse confundido. — ¿Qué se supone que significa eso?

—Actúas como te sintieras atraído por mí. Sé que no es real, así que lo que quiero saber es cuál es el motivo detrás de esto.

Serie de los CP 26 - La Expiación de KihyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora