CAPITULO 4

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El trabajo era extenso y muy difícil. Apenas había llegado unos días a la oficina de investigación privada en Leticia, pero ya se había acostumbrado al lugar. Solo fue cuestión de tiempo para que Axel se sintiera acogido por todos en la oficina e incluso en la nueva ciudad. Las habitantes de Leticia eran muy amables y alegres, se prestaban para ayudarlo en todo; desde indicarle la dirección de ciertos lugares cuando este se perdía, e incluso en las costumbres culturales del lugar.

Axel Walls se había hospedado en un apartamento cerca de la oficina, así de esta manera se ahorraría el dinero del transporte en ir y venir. Su rutina era simple, en las mañanas se levantaba, se aseaba, desayunaba, revisaba las redes sociales; en especial los diarios informáticos de su municipio. Lo hacía para saber cómo se desarrollaba el caso del padre Armando y el niño Miguel. Lo hacía todos los días. Luego se dirigía a su oficina para continuar junto con sus compañeros la investigación de los cinco jóvenes perdidos en la selva.

Cuando regresaba de la oficina, continuaba con la investigación en su casa. Axel no salía de su apartamento nunca, solo lo hacía cundo lo ameritaba; Realizar compras o algún que otro percance. Como era de esperar, los habitantes de la ciudad lo miraban como un completo extranjero, pues su aspecto, su nombre y apellidos no encajaban con aquel lugar y menos en un país como Colombia. E incluso sus compañeros de trabajo le habían preguntado sobre su origen y él siempre había contestado lo mismo. Decía que desde que tiene memoria su familia siempre ha residido en aquel municipio de la costa caribe. Su familia le había dicho que sus raíces son desconocidas, pero que no eran de Colombia. Su abuelo tercero, el abuelo de su abuelo nunca le contó a su descendencia como habían llegado a Colombia, ni mucho menos les contó sobre su pasado. El abuelo siempre decía que lo mejor era no saberlo, que lo mejor era olvidarlo y que deseaba iniciar una nueva vida en otra tierra. Y así se fue con su origen a la tumba.

Su Abuelo tercero (como era de esperar) tenía un nombre peculiar. Se llamaba Uriel, justo como el Arcángel. Axel en algún tiempo de su adolescencia decidió averiguar su origen. Notó que toda su familia por parte de su madre, quien era vis nieta de su tátara abuelo, Uriel; todos poseían nombres provenientes del hebreo. Su tátara abuelo llamado Uriel, Su Vis abuelo llamado Yael, su madre llamada Zakia; la cual era la única de la descendencia que había tenido dos hijos, El y su hermana Arlet, quien se había casado con un español de raíces rumanas llamado Martin Vlad.

Por alguna extraña razón o simplemente por gusto a mantener la tradición, toda la decendencia del tátaro abuelo Uriel habían sido nombrados con nombres de origen hebreo. Axel no le había tomado tanta importancia a esto. Simplemente aceptó que sus raíces eran hebreas.

Cada noche, cuando la ciudad yace descasando, Axel sufre el no poder conciliar el sueño. Siempre a la memoria le llegan unos recuerdos de su familia, especialmente relacionado con su hermana Arlet; Un recuerdo de su adolescencia, pero cuando logra entrar sueño y puede dormir, es despertado bruscamente por pesadillas que igualmente se relacionaban con su pasado.

Habían pasado 2 semanas y aun no lograban, tanto el cómo sus compañeros, llegar a alguna pista sobre el caso de los cinco jóvenes. Todos estaban frustrados y la presión de las familias los estresaban aún más. Una noche, mientras Axel cenaba una hamburguesa con gaseosa frente a su computadora portátil, comenzó a indagar y a preguntarse acerca de cómo los jóvenes se habían logrado ingresar a la selva. Esto le hizo llegar a la conclusión de que los chicos debieron haber contratado a alguien para que los guiara en su recorrido.

Axel decidió buscar en internet a personas que trabajasen como guías en la selva de las amazonas. Se sorprendió al saber que eran muchos los que desempeñaban este trabajo, eran demasiadas personas a las cuales preguntarles, si cinco jóvenes los habían contratado para un recorrido por la selva. Sabía que tenía que solicitar ayuda, así que a la mañana siguiente fue muy temprano a la oficina para comentarles en donde podrían obtener alguna pista.

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