[9] Somos como imánes.

10 3 5
                                    

-Un gusto- respondió Jimin-

- Espero que nos llevemos bien- dijo Lixxie con una sonrisa amigable.

- Lo mismo digo. Este sitio es pequeño, por lo que supongo que nos volveremos a ver, adiós joven de lindos ojos- y seguido de eso se fue con los que ella supuso como sus amigos y se fueron alejando hasta que no los vio.

Ese chico de pelo rubio había llamado su atención y despertado algo en ella que conocía muy bien. "No, otra vez no"

Narra Lixie

Por alguna razón sentí lo mismo que con Taehyung cuando lo conocí. Con él fue un amor a primera vista, y siento que con el rubio también caeré, ¿pero quien podría gustar de mi?

_____________

- Si, intentaré ir pronto- le contestó Taehyung

- Hay una chica que ha llegado hace poco, quiero que la veas-  le contestó su amigo por el otro lado de la línea

- Vale, vale, pero no te creas que me quedaré allí por mucho tiempo, aquí tengo una vida que continuar- le respondió.

- Bien- dijo festejando y seguido de eso le colgó.

Días después

Narra Taehyung

Ya había llegado a mi pequeño pueblo, todo lo que veía me traía recuerdos de mi infancia. Todo era tal y como lo recordaba, el prado verde a lo lejos, grupos de adolescentes en las calles... y al fondo mi amigo Jimin corriendo como un loco hacia mí.

Cuando lo tuve frente a mí me dio un fuerte abrazo que me dejó sin aire seguida de unas palabras.

- Te he extrañado mucho- dijo sin separarse aún de mi ser.

- Yo también, pero si no me sueltas, no podré vivir para contar- dije y al fin se separó de mí riéndose a carcajadas.

- Cuanto echaba de menos tus comentarios- dijo y paró de reír lentamente- ven, tengo muchas cosas que enseñarte.

Me tomó de la mano y fuimos hasta su casa, pero antes pasamos por una pastelería y compramos unos rollitos rellenos de chocolate para recordar los viejos tiempos en los que nos sentábamos en el sofá y los comíamos mientras hablábamos.

Una vez llegamos, me mostró la casa del frente, mi antigua casa.

- Allí vive la chica que te comenté, mirala- me señaló la ventana que daba hacia un habitación y ví la figura de la mujer.

Era una silueta de una chica delgada, alta pero lo suficiente. Es extraño, se me hacía reconocida, pero no le di mucha importancia y desvié mi mirada.

- Mejor entremos, si nos ve podría pensar que la estamos acosando.

- Es verdad, pasa, recuerda que mi casa es la tuya.

- Y la tuya es mía- dije terminando de completar la frase que tanto decíamos cuando éramos más jóvenes.

Entramos dentro y su casa era igual a como era la última vez que vine. Las paredes de gris claras, con el sofá del mismo color y unos cuadros de flores que en mi opinión eran preciosos.

El día en el que nos conocimos. KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora