Burn the World Down

cap 15:El circo de la locura de Azula

Capítulo 15: El circo de la locura de Azula

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[Morada de Khan, Campamento de la 41.a División]

Desde que descubrió la masturbación, la Princesa Azula nunca volvió a visitar nuestro campamento.

... Todavía no estoy seguro de si eso es una buena señal o no.

Sin embargo, me había permitido operar libremente, completamente sin restricciones por la supervisión directa del Trono del Señor del Fuego ahora que las únicas dos personas en las Islas del Fuego que realmente podían mandarme estaban indispuestas.

El primero, el Señor del Fuego Ozai, había sido sorprendentemente fácil de complacer para un déspota monárquico. Todo lo que había hecho por él hasta ahora era prometerme destruir a sus enemigos y darle el 'Elixir de la Inmortalidad' una vez completado; y como resultado, ya me enviaba pequeñas cartas de aliento cada dos días, como una extraña combinación de jefe de estado maquiavélico y madre cariñosa del fútbol, ​​particularmente en el tema de trabajar con su hija "a largo plazo". Por supuesto, dudaba sobre esa idea; después de todo, su hija era la única otra persona que tenía la autoridad para mandarme.

El título de Azula de 'La principal organizadora de las conmemoraciones de la Gran Guerra' le otorgaba una sorprendente cantidad de autoridad; y entre el Señor del Fuego y la princesa, habría sido mucho más problemático tratar con ella. Principalmente porque ella estaba más inclinada a ejercer directamente su rango sobre mí que su padre. Pero ahora, todo porque Suki había -cito- 'despertado el potencial oculto de la Princesa para El Arte Secreto Femenino del Dedo Escondido', mi rival político estaba actualmente demasiado avergonzado para encontrarse conmigo cara a cara después de masturbarse con la idea de a mí.

Al menos, esa fue mi estimación de los acontecimientos basada en las pistas muy obvias sobre su comportamiento.

Por obligarla a superar la atroz indignidad de fantasear en privado con tu cuerpo desnudo...

{Azula} Reputación: -40 - -25

Ah, ahí va otro... ¡Y esta vez es un cambio positivo! Ayer fue un cambio negativo exactamente por la misma razón. No es que dejara que sus incomprensibles cambios de reputación me molestaran más: hacía tiempo que había decidido que no iba a perder tiempo y esfuerzo tratando de entender cómo funciona la mente de una chica loca, especialmente cuando era un hombre muy ocupado. Hablando de que...

Levanté la vista del banco de trabajo y retumbé con mi voz profunda: "¡Teniente!"

Y como un reloj, la puerta de metal de mi morada se abrió rápidamente y permitió que la teniente con armadura entrara con su uniforme de la Nación del Fuego recién pulido y lavado. Sus brillantes placas de armadura rojas y la túnica de seda negra que llevaba debajo parecían listas para pasar todas las inspecciones del desfile conocidas por el hombre mientras me presentaba un fresco saludo. "¿Sí comandante?"

Asentí con aprobación. Con suerte, el resto de la 41.ª División lucirá igual de bien a tiempo para el desfile de conmemoraciones de la Gran Guerra. Los espíritus saben lo poco que nos importaba la pompa y la apariencia durante nuestro alboroto por el Reino Tierra.

"Parece ágil, teniente."

"¡Gracias, comandante!" Ella saludó, "Uh... ¡Usted también se ve delicioso! ¡Señor!"

Miré los pantalones y el delantal de herrero que llevaba y no le presté atención a su comentario: "¿Cómo va la distribución de los retratos de la Princesa Azula?"

"Acabamos de terminar la distribución hace una hora, señor". Ella respondió: "Esperamos que todos los jefes de pelotón informen en unas horas que han informado a sus hombres y a sus sirvientes contratados sobre cómo es la princesa".