Burn the World Down

cap25: Repercusiones

Capítulo 25 - Repercusiones

********

En el que… la guerra en el Polo Norte llega a su punto álgido. Suki y las Guerreras Kyoshi recuerdan que están del lado de los malos (léase: el equipo ganador). Y Katara consigue un ascenso justo cuando se prepara para el mayor error de su vida: luchar contra la 41.ª División en las Tierras Polares.

[Tundras árticas]

"Simplemente mira a estos tontos ineptos de la 'Tribu del Agua del Norte', Khan..."

Entrecerrando los ojos arrugados, Essin echó un vistazo por el pequeño hueco que había entre las paredes de nuestro iglú. Afuera, la vasta extensión de la tundra se extendía sin fin, y no había más que fragmentos rocosos de colinas y montañas que sobresalían del blanco manto de nieve ártica. Nada, excepto nuestra presa.

—¡Esto es lo que llaman «cazadores» y «exploradores»! —espetó con disgusto el anciano líder bárbaro—. Caminan como pingüinos nutria bebés, con los ojos en blanco y sin darse cuenta. Si una manada de leopardos de las nieves caribúes del Norte Profundo viniera a acecharlos, estos imbéciles serían manchas rojas en la nieve antes de darse cuenta de que son el desayuno. ¿De verdad son todos tan despistados, Khan? ¿O ya acabas de matar a todos los observadores?

Camuflado por el agua control de nuestros aliados de la Tribu Bárbara, nuestro Iglú de Mando era simplemente otro montículo de nieve anodino en medio de la tundra para cualquier ojo que pasara por allí. ¿Quién habría adivinado que en realidad era un búnker completo, con un pequeño cuartel, un establo y mi propia morada de metal enterrada en la nieve? Bueno, por la forma en que el equipo de exploradores de la Resistencia Agna Qel'a viajaba en sus búfalos-yaks a través de nuestro campo de visión, como si no estuviéramos allí, ciertamente no iban a ser ellos quienes lo averiguaran.

—Simplemente no saben que existes —dije encogiéndome de hombros. La tetera comenzó a hervir a fuego lento en mi palma blindada, calentando el aire de las paredes heladas de nuestro sorprendentemente espacioso iglú de observación—. Te apuesto un yuanbao entero a que si tuvieran la menor idea de que contamos con la ayuda de los Maestros Agua, ciertamente no estarían dividiendo sus fuerzas como lo están haciendo ahora.

—¡Bah! Esto no tiene nada que ver con tácticas. —El anciano bárbaro agitó una mano enguantada con desdén, sin dejar de mirar por la mirilla y observar el progreso de los exploradores—. Me niego a aceptar que desciendo del mismo linaje orgulloso de la Tribu Agua que estos montones de excrementos de camellos árticos. Deberían estar comprobando los antiguos refugios en cuevas en busca de nosotros, deberían saber que atravesar este valle específico es más fácil al amanecer que por la tarde, y deberían saber que algo había asustado a las manadas de búfalos y yaks de montaña al final de su migración. Tenemos mil años de sabiduría y derechos de nacimiento de la Tribu Agua transmitidos de padre a hijo... ¡No pueden haberlo olvidado todo con solo cien años de vivir en la ciudad!

—Pero lo hicieron —asentí solemnemente—. Eso, o saben que los estamos observando y están haciendo todo mal para fastidiarte específicamente a ti.

"Me comería mi mierda congelada si esa fuera la verdad", gruñó el bárbaro mayor. "... Incluso ustedes, los de las Tierras Calientes, caminaron por el Polo Norte mejor de lo que lo están haciendo ahora".

"Gracias."

—No fue un cumplido, Khan. Tu división habría asustado a todas las manadas y se habría tropezado con todos los sumideros helados que se cruzaron en su camino hacia aquí si no los hubiéramos señalado.

"Nosotros también tenemos nuestras fortalezas", respondí mientras ofrecía un poco de té caliente al viejo bárbaro y a su nieto. "Y con su sabiduría, podemos ser los primeros habitantes de las Tierras Calientes en mil años que realmente sepan cómo prosperar en el Polo Norte".