Aclaraciones: contenido sexual explícito. Lean bajo su responsabilidad. Empezamos fuerte. <3
。・。・ちょうそう・。・。
-¿Te duele?
Sus manos acariciaron mis nalgas, separándolas cuidadosamente, un poco más de lo que ya estaban. Presionó aquel objeto metálico que estaba metido en mi interior. La base tenía forma de corazón con una joya rosa incrustada. Dejé escapar un pequeño gemido.
-No -respondí, acomodando mis codos en la cama para incorporarme un poco.
-¿Quieres seguir? -preguntó Choso a mi lado, de pie junto a su cama.
-Dios sí, no sabes cómo tengo el coño ahora mismo -reí.
Mi novio también se había reído en alto. Diría que después de un año saliendo ya se había acostumbrado a lo bruta que podía llegar a ser. Pero le gustaba, al fin y al cabo fue idea suya que ese finde probaramos los plugs anales que había comprado en un sex shop la semana pasada.
-¿Necesitas más lubricante o estás bien así? -ofreció aquel bote que ahora descansaba en su escritorio.
-Estoy perfectamente, ahora ven aquí.
-Espera, quiero que disfrutes un poco más.
Sacó algo de uno de sus cajones y me lo ofreció. Miré el vibrador rosa entre mis manos, mi viejo amigo. Lo solía guardar en su habitación para usarlo juntos antes de tener sexo. La idea de tener dos agujeros ocupados sonaba placentera, pero...
-Bésame -supliqué al girarme sobre mi misma y apoyar el trasero sobre la cama, para tener mejor acceso a mi vagina.
Con una mano me introduje el vibrador en el agujero, estaba tan mojada y dilatada, los dedos que había usado Choso para estimularme fueron suficientes para acabar de despertar todos mis sentidos.
Mi novio escuchó mi petición encantado, se inclinó con las manos apoyadas en la cama y unió nuestros labios una y otra vez. Saqué la lengua para jugar con la suya, notando una excitación tan fuerte por sentir la humedad arriba y abajo. Definitivamente si me habían creado con tres agujeros era para disfrutar con ese hombre.
Realmente me daban pena esas chicas que decían un "lástima que a mi novio no le guste usar esas cosas". Chicas, un verdadero hombre no ve un juguete como su enemigo, sino como algo para complementar el placer de ambos. Tengo suerte supongo, pues Choso era quien me los regalaba. Y yo agradecía, porque así no acababa con dolor de manos por las noches antes de irme a dormir.
-Bájate los pantalones... -pedí entre besos y jadeos- ...y metemela en la boca ahora mismo.
-Hoy estás muy juguetona -murmuró contra mis labios, bajando la mano para acariciar mis tetas un poco.
-Tal vez has despertado algo que no deberías.
-Asumiré las consecuencias encantado.
Me dejó un último beso en mis más que húmedos labios y se apartó un momento para comenzar a desnudarse. Bajo mi atenta mirada, mientras aún seguía tocándome delante suya, se deshizo de la camiseta, tirándola sobre el respaldo de su silla. Luego la siguió sus pantalones y ropa interior. Aún tras tanto tiempo disfrutando esas vistas, me siguen fascinando como el primer día.
-Me encantas.
Me acerqué al borde de la cama casi a rastras, sin romper el contacto con sus ojos marrones que hoy traían un brillo especial. Repasé sus abdominales con mis labios, tan duros, tan cálidos. Me regaló una pequeña sonrisa, de las que me hacían aún suspirar, antes de levantar sus brazos y retirarse el coletero que recogía su cabello.
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Breakfast (Choso)
FanfictionChoso es uno de mis compañeros de la universidad. Lo más curioso es que llevábamos dos años yendo al mismo curso, mismas aulas, mismos compañeros... y no habíamos cruzado palabra hasta que nos tocó hacer un trabajo en parejas. Esa tarde me dí cuenta...