07

78 9 20
                                    


Los días siguieron pasando, uno tras otro, como si apenas hubiera sido ayer que Rodrigo puso pie en el instituto.

── ¿Entonces...todo este circo es porque los papás de Angie son homofóbicos?──El de ojos verdes no comprendía el porqué de que todavía existieran pensamientos tan retrógrados dentro de la sociedad, detestaba tener que admitir eso. Sebastián meneo la cabeza hacía arriba y abajo en afirmación, llevando una manzana a su boca.

Ambos siguieron caminando con tranquilidad por los pasillos del colegio, hasta llegar a la salida, dónde aguardaba Tomás, montado a su motocicleta esperando a los menores.

──Por fin llegan──Dirigió su vista al menos de los tres── Vamos Ro ──u Sebastian se despidió y siguió el camino hacia su casa, mientras que el par planeaba salir a dar algunas vueltas. Aunque para el menor algo no cuadraba dentro de la escena.

¿Y los cascos? ──No veía ni uno cerca, desconcertado. Arbillaga solo miró al suelo por un instante, como intentando dar un mensaje, entonces Carrera entendió todo.

── ¿¡Estás loco!?── Dijo casi en un grito. ──¿Querés viajar sin protección?──

── Ro, no va a suceder nada── Se bajó del asiento y tomó las manos del menor, en un intento fallido de tranquilizarlo.

──No, ni en tus sueños──Contestó, sin ser consciente del toque de sus manos.
──Nos pueden pisar, me da miedo y no quiero que mi pa-

Fué interrumpido por Tomás.

──Todo va a estar bien──Se miraron a los ojos por un momento, Rodrigo podía jurar que en las orbes de Tomás solo eran capaces de transmitir sinceridad pura, cosa que logró tranquilizarlo un poco.

── No estoy seguro aún...── Dijo para dirigir su mirada al piso.

── Hey, voy a conducir lo más alerta posible ¿sí?── Separó sus manos y las dirigió a la nuca del contrario para levantar su cabeza, obligándolo a subir la mirada nuevamente── No voy a permitir que nada te pase, sos de las cosas más hermosas que me han pasado──

El menor sintió como sus mejillas comenzaban a arder, dejándolo vulnerable ante su amigo Tomás. En momentos así reafirmaba sus sentimientos por él, mierda, pensaba, estoy enamorado.

─── ・ 。゚☆: *.☽ .* :☆゚. ───

Podía sentir el aroma del mayor gracias a la cercanía que poseian. Rodrigo abrazaba fuertemente a Tomás por la espalda, apoyando su cabeza en esta, para asegurar que no se cayera en ningún momento de la motocicleta.

Amaba la sensación del viento chocando contra su rostro, despeinando por completo su cabello. Por lo usual le aterraba montarse en ese tipo de vehículos, tan peligrosos para él, pero esa vez era diferente; junto al mayor sentía que nada ni nadie podría hacerle daño, junto a él se sentía seguro.

── ¿Estás bien?── El mayor preguntó casi gritando, por la velocidad a la que iban no lograban escuchar fácilmente al otro.

──Acelera ──Ordenó── Por favor ──

Arbillaga sin pensarlo acató la orden de Rodrigo. Lo observó durante algunos segundos por el espejo retrovisor, y pudo ver a un Rodrigo notoriamente feliz, sonriendo de oreja a oreja con los ojos cerrados.

─── ・ 。゚☆: *.☽ .* :☆゚. ───

── No hacía falta que me traigas hasta la puerta de mi casa── El jóven Carrera repetía por quinta vez, aún sabiendo que obtendría la misma respuesta.

── No, le dije a tu padre que te cuidaría── Amaba que Tom se preocupara por él, por su seguridad ¿Pero realmente hacía falta eso? Un exagerado, según el menor.── Igual a vos te encanta que te proteja y cuide ¿ O me equivoco?──

El contrario solo atinó a mirar a otro lado para ocultar el evidente sonrojo que llenaba al completo sus mejillas.

𝐏𝐋𝐀𝐍 (casi) 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎 ──♡♡♡ 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐭𝐨𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora