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Pov Luli

Todo con Martina marchaba a la perfección, teniamos nuestros días para vernos y suficiente tiempo separadas para extrañarnos, aunque me gustaría que no fueran tantos, mi empleo no me permitia que fuese diferente.

Y eso traía discusiones con la rubia. Ella me repetía incanzablemente que debía cambiar de trabajo y yo le repetía incanzablemente que aunque quisiera no podía. Estabamos horas discutiendo eso pero mi opinion no iba a cambiar, no quería su ayuda por más bien intencionada que este y ella me lo respetaba aunque se mordiera la lengua por dentro para no sugerirme miles de opciones diferentes.

Ahora estaba yendo con Delfi al hospital, no encontraron nada en los estudios anteriores pero a Kevin le parecio bastante raro que siguiera teniendo fiebre recurrentemente así que estas últimas 2 semanas estuvimos con muchos chequeos medicos. No voy a negar que me preocupaba pero no podía perder la calma ni entrar en panico porque eso asustaria a mi hermanita y no es la idea.

—Hola princesa. —saludo el doctor a Delfi. —Y hola Lourdes.

—Buenas tardes. —le respondí el saludo y mi pequeña hermana solo movio su mano timidamente.

—Bien, hoy ya tuve los resultados del electro y la mano no viene por ahí, no hay nada cardiologicamente mal en Delfina. —eso me alivió un poco. —Ahora en las tomografias aparece esta manchita rara y....nos preocupa. —dijo más en un tono más bajo para que Delfina, que estaba jugando con su muñeca encima de la camilla, no escuchara.

—¿Qué queres decir? —pregunté.

—Que tememos porque sea un tumor el causante de que Delfi siempre tenga fiebre y dolores de cabeza. —no vi mi cara en ese momento, pero seguramente estaba tan blanca como un papel.

Mi mundo se empezo a caer encima cuando escuche esas palabras salir de la boca de Kevin. No le podía estar pasando esto a mi hermanita, tenía solo 7 años y una vida demasiado dificil ya como para tener que afrontar esto también.

—¡Luli! ¿Estas bien? —escuche a lo lejos la voz de Kevin.

—Luliiiii...—el grito de mi hermana me hizo recomponerme.

—Toma un poco de agua Lourdes. —el doctor me ofrecio y la tome. —Estas baja de presión por lo que parece, veni, vamos a acostarte en la camilla.

—Estoy bien. —le dije intentando que no hagan más alarde de esto. —Tranquila Del..—mire a mi hermana quien estaba algo preocupada por mi malestar.

—¿Necesitas que llame a alguien? —pensé en Martina, pero ella hoy estaba en un evento literario y no quería molestarla.

—No, no. —negue de inmediato. —Mejor sigamos hablando sobre lo que me estaba contando...

—Pero eso te hizo ponerte as...—el morocho fue interrumpido por mi amiga de pelo azul.

—Lourdes, no sabía que venias hoy. —hablo sorprendida. —Y hola enana. —saludo a Delfi frotando su cabello.

—Hola Angie. —la pequeña le sonrió.

—An, ¿me harías un favor? —le preguntó Kevin a la otra doctora y ella asintió. —Lleva a Delfi a conocer los nuevos juguetes de la sala de espera de pediatria, seguro le van a encantar.

Angie y yo lo miramos de forma extraña pero nos hizo un gesto para que entendamos que solo quería hablar conmigo en privado. En seguida mi amiga entendió la indirecta.

—Vamos Del, tengo un par de horas libres y me gustaria jugar con vos. —estiro su mano para que mi hermana la tomara y eso hizo.

—¿Puedo ir Luli? —me preguntó y yo asentí.

Sweet Nothing || MARTULIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora