Capítulo 8

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Oh no...

Joe estaba aquí.

Vi como Rachel comenzó a hacerle señas para que se acercara y así lo hizo.

Esto tiene que ser una broma.

-¡Hola chicas!- exclamó Joe con una sonrisa.

-Hola y adiós, los dejo solos- Rachel tomó su vaso de cerveza y me miró con una sonrisa cómplice, a lo que yo solo le devolví una mirada molesta.
Odiaba con todo mi ser que me buscaran pareja, que no me hicieran caso en ese aspecto y que hayan invitado a Joe con ese afán.

Esta me las pagan.

-No esperabas verme aquí, ¿cierto?- preguntó Joe sentándose a mi lado luego de que Rachel se fuera.

-No- negué con la cabeza- fue todo una sorpresa.- sonreí falsamente y en ese instante vi que mi celular estaba vibrando, avisándome que Ryan me estaba llamando- Tengo que ir al baño, regreso en un minuto- dije en voz alta y él asintió.

Me paré de mi lugar y comencé a caminar hacia los baños que extrañamente estaban vacíos.

Vi que Ryan había dejado de llamar, así que le devolví la llamada.

-¡Por dios, Angie!- exclamó Ryan en cuanto me contestó- Me tenías preocupado-

-Perdón- entré en un cubículo de los baños- quería enviarles un mensaje a ti y a Justin en cuanto llegué aquí, pero mis amigos no me dejaban para nada-

-Tienes suerte de que no le dije nada a Justin, sé que se hubiera preocupado como yo y se hubiera salido de la carrera.- contestó y yo suspiré- ¿La estás pasando bien?-

-No- contesté con un nudo en la garganta- mis amigos ya me abandonaron por sus hormonas y para acabarla... invitaron a Joe sin que yo lo supiera-

-¿Invitaron a Joe? ¿Por qué?- sonaba confundido.

-Digamos que ellos quieren que salga con él y no sé, es estúpido. Luego te cuento los detalles, pero si puedes venir antes por mi te lo agradecería demasiado- hice mi cabello hacia atrás.

-Llegaré en una hora con la excusa que inventamos ayer, ¿puedes resistirlo?- una hora, creo que podría.

-Sí, ahora te mando la ubicación del bar- y sin decir palabra alguna, colgamos.

Le envié la ubicación a él y a Justin, en donde a este último le tuve que pedir disculpas por no haberlo hecho antes. Sabía que no contestaría, puesto que se encontraba ocupado, pero quería mantenerlo al tanto.

Salí del cubículo y caminé hacia la salida de los baños hasta llegar nuevamente con Joe.

-Regresaste- dijo cuando llegué y yo nuevamente sonreí falsamente.

-Regresé- me senté nuevamente a su lado y él sonrió.

-¿Quieres algo que tomar?- preguntó y yo negué con la cabeza.

-No bebo alcohol- respondí y él me miró sorprendido.

-Sí que eres diferente a las demás- dijo con una sonrisa coqueta y tuve que ahorrarme el hecho de rodar los ojos.

¿No tenía otra cosa que decir?

-¿Ah sí?- pregunté sarcásticamente.

-Sí, es por eso que me gustas mucho, desde el primer día en que te vi, aunque claro, primero pensé que salías con tu amigo Damon- dio un trago a lo que sea que haya pedido- pero él me lo aclaró y me dijo que estabas disponible y que no perdiera la oportunidad de acercarme a ti- Damon, eres un idiota- y antes de que pudiera hacerlo vi que estabas con Bieber y pensé que salías con él- rió- pero es un perdedor y sé que no saldrías con él, además de que tus amigos me prometieron que te iban a alejar de él para que yo pudiera salir contigo-

[...]

Narra Justin:

Había terminando la carrera y las cosas se sentían bastantes tensas.
Como lo he dicho, los de California no se llevaban bien con los de Canadá y el de Nueva Orleans, y vaya sorpresa, ganaron los de Canadá, por ende los de California estaban con la cara roja hirviendo de furia por ese hecho.
Los cinco habían llegado a una discusión, cosa que estaba haciendo enojar a Baldwin porque no estaban respetando las normas que se les habían dado.

-¡Lynch!- gritó Baldwin quien se encontraba a mi lado viendo todo el alboroto.

-¿Qué pasó?- llegó a nuestro lado tomado de la mano de su novia.

-Quiero que los separes y les recuerdes el maldito reglamento- lo señaló con un dedo- y déjales en claro que tienen diez minutos para largarse de aquí-

-Sí, jefe- soltó la mano de su novia.

-Que arreglen sus mierdas en otro lado, nosotros ya cumplimos nuestro trabajo.- volvió a hablar Baldwin antes de que Sean se fuera corriendo hacia el bulto de gente que se había hecho- Bieber, ayúdame a avisarles a los demás que tenemos treinta minutos para limpiar y desalojar, pronto las patrullas vendrán a hacer su chequeo nocturno por aquí-

[...]

Me sentía cansado como un carajo, lo bueno es que todo había terminado y había llegado a mi departamento a descansar.

Luego de que Lynch fuera a separar a los corredores y que tuviera que usar su tono de voz amenazador porque no entendían, nos pudimos ir.
He de decir que Kyla (la novia de Sean) se veía un poco asustada de verlo así y debo ser honesto al decir que la comprendo, no es normal ver a tu novio en ese estado y es cuando vuelvo a decir, ni por nada del mundo llevaría a mi novia a mi trabajo; este tipo de organizaciones te hace actuar de una forma distinta a la que actuamos normalmente y no es una forma linda o adecuada, es una forma dura y fría, así como el ambiente, el ambiente es una mierda en este tipo de trabajo y más cuando estás organizando una carrera.

Era la una de la mañana y todo se encontraba oscuro en el departamento, supongo que Ryan se había tomado la molestia de ir por Angie, pero el muy idiota no fue para avisarme.

Bufé y caminé hacia mi habitación, quería quitarme ya la ropa que traía, olía a cigarro y a cerveza, no sólo mía sino de la gente que va a ver las carreras y se alborotan, lo que causa que tiren y salpiquen de sus bebidas.

Al entrar en ella prendí la luz y comencé a desvestirme, para después tomar un pantalón de pijama y ponérmelo.
Me acosté en mi cama y cerré los ojos. No me dormiría hasta saber que Angie ya se encontraba en su departamento y que Ryan ya había llegado al nuestro.

I'm Right Here- Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora