Haechan despertó esa mañana, la pequeña luz del sol se colaba por las persianas dándole directamente en el rostro. Se removió a un lado, luego al otro, luego boca abajo para intentar dormir y nada. El reloj electrónico que tenía su lámpara de nube indicaba que eran pasadas de las ocho de la mañana y le sorprendió que aún no vinieran a despertarlo como de costumbre, haciendo cuentas en su pequeña cabecita llegó a la conclusión de que ese día es sábado.
Una sonrisa abarcó su rostro, sus ojos se iluminaron de emoción recordando aquella promesa; hoy irían al parque de diversiones y podría ver el show de superhéroes, podría subirse al carrusel, a los carritos, a la pequeña montaña rusa, la que es para niños ya que papá Woo decía que por su altura y edad aún no podía subirse a los juegos de niños grandes. Ir a los estantes de juegos y ganar un peluche, volver a subirse al carrusel, comer golosinas y así sucesivamente.
El ya quería estar ahí, con una gran energía se paró de la cama poniéndose sus pequeñas pantunflas ya que no podia correr descalza al cuarto de sus papás. Entre sus manitas tomó el pomo de la puerta y ahora sí corrió hasta el cuarto de enfrente donde la puerta solo estaba entrecerrada.
—¡Vamos, vamos! ¡¡Despierten!!
Si algo no sabía muy bien Haechan era despertar con delicadeza como lo hacía Jungwoo con el, no, el prefería gritar, subirse a la cama y empezar a saltar a los pies de la pareja que dormía abrazada.
—¡Hoy es sábado! ¿Recuerdan? ¡Tenemos que ir al parque!
Jungwoo fue el primero en despertar desconcertado ante los gritos de su hijo, se escondió en el cuerpo de Jaehyun queriendo dormir más y al ver eso Haechan aumento la intensidad de sus saltos en la cama.
—¡Hae! ¡Te vas a caer! —Advirtió Jungwoo, ahora sí despertandose.
Haechan rio por su cometido, ahora solo falta papá Jae quien tenía el sueño pesado y aún dormía plácidamente. El pequeño subió encima de él cuidadosamente, Jungwoo miró atentamente y ambos compartieron una sonrisa traviesa. Con sus pequeños dedos Haechan trazó el rostro de su padre causando que frunza el ceño y la nariz sacando una risita del menor, siguió haciendo lo mismo hasta que Jaehyun no pudo evitar despertarse con un estornudo.
Haechan no pudo reaccionar cuando su papá lo atrapo llenándolo de cosquillas como modo de venganza inocente por hacerlo estornudar, la risa aguda y contagiosa de Haechan hizo sonreír a sus padres.
—¡Ya! ¡Para papá! ¡Me voy a hacer pi-! —Jaehyun hizo caso a su petición por las advertencias de su pequeño. —Era broma pero gracias.
—¿Por qué estás despierto tan temprano Hae? —Preguntó Jaehyun peinando los cabellos alborotados del otro. Haechan se posiciono en medio de los dos.
—Hoy es sábado... Dijeron que iríamos a los juegos.
—Bebé, son apenas son las nueve de la mañana y el parque lo abren hasta la una ¿Que te parece si dormimos otro ratito? Después nos preparamos, salimos a desayunar y vamos a los juegos que quieras. —Jungwoo habló acariciando sus mejillas con cariño.
Un puchero se formó en sus labios, no era porque fuese a llorar, sabía que Haechan lo estaba pensando seriamente.
—Esta bien. Pero no quiero llegar tarde.
—Estaremos ahí apenas abran. —Jaehyun le arropó volviendo a conciliar el sueño con facilidad.
Fue gracioso ahora tener que despertar a Haechan una hora después, era él quien no quería dejar la cama y se aferraba a las sábanas de la cama matrimonial.
—Vamos Hae, tu dijiste que querias llegar primero ¿Que pasa si te ganan los carritos chocones? —Jungwoo lo sacudía con suavidad.
Eso fue lo que lo incentivó a dejar la cama, a cambiarse y alistarse. Ese día hacia calor así que se dejó poner un sombrero para el sol que al final tenía orejitas que simulaban un oso y a regañadientes el protector solar.
Primero desayunaron en un restaurante cerca del lugar al que irían, no todo podía ser bueno porque ahí estaba papá Jaehyun haciendo que comiera fruta, cuando a él no le gustaba mucho. Pero todo era por llegar temprano.
Agarrado de la mano de sus padres, Haechan daba pequeños saltos mientras les contaba sus próximos planes dentro del lugar.
Una vez llegaron Jungwoo pagó las entradas, Haechan corrió emocionado jalando a los dos. El pequeño terminó subiendo con Jaehyun a una montaña rusa más familiar y más tranquila, Jungwoo condujo el auto con Haechan, luego los tres se subieron a una atracción de un pequeño río y con ello le siguió todos los juegos habidos y por haber.
Hasta llegar al stand de juegos donde tenía que atinar una cantidad específica de dardos para ganar un premio.
—¡Quiero ese osito panda!
Con ayuda de Jaehyun, Haechan pudo obtener el peluche. Abrazando su osito con cariño, Haechan lo sentó a su lado a la hora de comer en el restaurante del tío cool, bueno así era como se auto-denominaba Yuta y Haechan había adoptado el apodo. Yuta no era precisamente su tío, pero al ser un amigo muy cercano de la pareja y alguien con quién convivía mucho para Haechan era un tío más, igual que sus tíos "originales".
Le gustaban los onigiris que prepara el tío Yuta, no perdió la oportunidad de darle un pedazo a su osito, su nuevo amigo. Jungwoo no podía con la ternura que desbordaba su bebé ante esa acción.
Y antes de llegar a casa, Haechan estaba dormido en el asiento trasero del auto sin soltar a su amigo. Sin duda alguna para el pequeño Haechan fue día demasiado divertido.
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Pequeña Familia · JaeWoo
FanfictionLa vida en cinco partes de Jaehyun y Jungwoo como padres de un pequeño Haechan. · Soft.