𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫

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Entre promesas

"Entre titanes y sentimientos suspendidos, nuestras promesas se vuelven la luz que guía nuestro incierto camino."

Eren Jaeger, el joven impulsivo de la Legión de Reconocimiento, paseaba por las murallas con la mirada perdida en el horizonte. La tensión en el aire se sentía cada vez más palpable mientras la amenaza de los titanes acechaba constantemente. Sin embargo, en medio de la incertidumbre, un suave suspiro llegó a sus oídos.

—Eren, ¿puedo hablar contigo?

Era Mikasa Ackerman, su amiga de toda la vida y, en secreto, la dueña de su corazón. Él asintió, permitiéndole unirse a su solitario paseo.

—He estado pensando, Eren. Sobre nosotros.

Él la miró con curiosidad, su expresión un mosaico de emociones. — ¿Sobre nosotros?

Mikasa inhaló profundamente antes de continuar. — Hemos compartido tantos momentos, superamos desafíos juntos y siempre he estado a tu lado. Eren, ¿alguna vez has considerado que podríamos ser más que amigos?

Eren se quedó en silencio por un momento, sus ojos encontrándose con los de Mikasa. En ese instante, algo pareció cambiar en él.

—Mikasa, yo... —sus labios se abrieron para expresar lo que llevaba tanto tiempo guardando, pero antes de que pudiera continuar, el sonido ensordecedor de la alarma resonó en el aire.

— ¡Alerta de titanes! —gritó un soldado, interrumpiendo bruscamente el momento íntimo entre Eren y Mikasa.

Ambos dirigieron su atención hacia la muralla, donde un titán colosal se acercaba rápidamente. El romance que florecía quedó suspendido mientras el deber y la urgencia los llamaban.

—Más tarde, Mikasa. Vamos a encargarnos de esto primero —dijo Eren con determinación, y ambos corrieron hacia la línea del frente.

La batalla fue intensa, pero eventualmente lograron repeler al titán colosal. Eren, cubierto de polvo y sudor, se acercó a Mikasa, quien estaba revisando sus hojas de maniobra en busca de daños.

—¿Estás bien?

Ella asintió, pero sus ojos revelaron una mezcla de alivio y frustración. — Sí, pero no puedo evitar pensar en lo que estábamos hablando antes.

Eren suspiró, la seriedad volviendo a su rostro. — Mikasa, no quiero que pienses que no valoro nuestra amistad. Pero ahora mismo, con todo lo que está sucediendo, no sé si es el momento adecuado.

—Entiendo, Eren. Pero también necesito saber si hay algo más entre nosotros o si solo somos amigos. La incertidumbre me está matando.

Eren la miró a los ojos, y en ese instante, pareció que el tiempo se detuvo. — Mikasa, te prometo que cuando todo esto termine, habrá tiempo para hablar sobre nosotros. Pero ahora, necesitamos centrarnos en el enemigo que tenemos frente a nosotros.

Mikasa asintió con resignación, consciente de que los deberes y las amenazas constantes los mantenían atrapados en un ciclo interminable de lucha y supervivencia.

Días y noches se sucedieron, y la tensión en el aire nunca desapareció. Eren y Mikasa continuaron su lucha contra los titanes, pero cada vez que intentaban abordar el tema de sus sentimientos, eran interrumpidos por nuevas amenazas o misiones.

Finalmente, después de una batalla particularmente intensa, Eren y Mikasa se encontraron solos en las murallas. La luna iluminaba sus rostros fatigados mientras el silencio caía sobre ellos.

—Eren, necesitamos hablar sobre esto —insistió Mikasa, su mirada buscando respuestas en los ojos de Eren.

Él asintió con seriedad. — Lo sé, Mikasa. Pero primero, quiero que sepas que aprecio todo lo que has hecho por mí. Eres increíble.

Mikasa sonrió levemente, pero la tensión persistía en el aire. — Y tú también eres increíble, Eren. Pero necesito saber qué significa todo esto para ti.

Eren bajó la mirada, sintiendo el peso de las palabras. — Mikasa, no puedo prometerte nada en este momento. No sé qué nos depara el futuro, pero quiero que sepas que valoro nuestra amistad y todo lo que compartimos.

Mikasa asintió con tristeza, aceptando las palabras de Eren. — Entiendo. Solo espero que algún día podamos tener esa conversación.

Eren la miró con determinación. — Lo haremos, Mikasa. Pero ahora, enfrentemos lo que viene juntos.

Ambos se dirigieron hacia el horizonte, donde nuevos desafíos y amenazas les esperaban. En medio de la oscuridad y la incertidumbre, la promesa de una conversación pendiente flotaba en el aire, un vínculo que, a pesar de los titanes y los obstáculos, permanecía irrompible.

𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭-𝐬𝐧𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora