𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧

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Entre y Titanes

El sol se ocultaba tras las altas murallas, dejando a Levi Ackerman con su típico semblante imperturbable mientras patrullaba los alrededores. Sin embargo, aquel día no sería uno común. Una voz femenina resonó en la distancia.

—¡Levi! ¡Espera, por favor!

El soldado de la Legión de reconocimiento se detuvo, ligeramente sorprendido al ver a Jannet Heart corriendo hacia él. Jannet, una joven de cabello castaño y ojos avellana, había llegado recientemente al escuadrón y era conocida por su naturaleza vivaz.

—¿Qué demonios quieres, Heart? —Levi arqueó una ceja, aunque no pudo ocultar el rastro de diversión en sus ojos.

—Solo quería invitarte a tomar té. Pensé que podríamos charlar un poco, ya sabes, alejarnos de titanes y cosas así.

Levi frunció el ceño, algo inusual para él, pero finalmente asintió. La idea de un breve descanso sonaba tentadora.

Ambos se dirigieron a la modesta tienda de té cerca de las murallas. Mientras se sentaban en una mesa, Jannet no pudo evitar soltar una risita nerviosa.

—¿Por qué tanto misterio, Ackerman? No te voy a morder.

—No es misterio, solo no estoy acostumbrado a esto —refunfuñó Levi mientras hojeaba el menú.

—¡Oh, vamos! No debes ser tan malhumorado todo el tiempo. —Jannet sonrió, buscando aliviar la tensión.

—¿Te gustaría saber por qué soy así?

—¡Sí, claro! —respondió con entusiasmo.

Levi suspiró, resignado. —La vida es dura y corta en el mundo exterior. Si no eres fuerte, mueres.

Jannet asintió comprensiva. —Entiendo, pero a veces es necesario relajarse. ¿Tienes alguna afición?

—Matar titanes —contestó Levi de manera seca, pero Jannet no se dio por vencida.

—Eso suena más como una obligación que una afición. Yo, por ejemplo, disfruto pintar. ¿Has probado alguna vez?

—No.

—¿Y bailar?

—Definitivamente no.

Jannet rió entre dientes. —Quizás deberías probar algo nuevo de vez en cuando.

El camarero les sirvió el té, y mientras disfrutaban de la fragancia aromática, la conversación tomó un giro más ligero.

—Sabes, Levi, siempre pensé que te vendría bien un poco de humor en tu vida.

—¿Humor? —Levi alzó una ceja.

—¡Sí! Una broma, una sonrisa... algo. No puedes ser tan serio todo el tiempo.

—¿Tienes una broma para compartir?

Jannet asintió con entusiasmo. —¡Claro! Aquí va: ¿Por qué los titanes no hacen chistes?

—Ni idea. ¿Por qué?

—Porque siempre se comen las punchlines. —Jannet soltó una carcajada ante su propio chiste, mientras Levi le lanzaba una mirada incrédula.

A medida que la tarde avanzaba, la tensión entre ellos se disipó. La conversación fluyó naturalmente entre anécdotas, risas y confesiones inesperadas. Levi, por primera vez, se encontró disfrutando de la compañía de alguien fuera del campo de batalla.

—Gracias, Jannet. No pensé que esto sería... agradable.

—¡Ves! Hasta tú puedes disfrutar de vez en cuando. —Jannet guiñó un ojo y se levantó—. Ha sido un placer, Levi. Deberíamos hacerlo más seguido.

Levi no pudo evitar sonreír ligeramente. —Sí, quizás deberíamos.

Ambos salieron de la tienda, regresando a sus deberes con un nuevo respiro de ligereza en sus corazones, dejando atrás la muralla y el té compartido entre titanes.

𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭-𝐬𝐧𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora