Capítulo 17: Carmesí.

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De repente, la puerta se abre de golpe, y hombres fuertemente armados, vestidos con uniformes militares, irrumpen en la sala. El pánico se apodera de la multitud mientras todos gritan y corren en busca de refugio.

Win, Barcode, Bright y yo intercambiamos miradas de preocupación mientras tratamos de pasar desapercibidos en medio del caos. Los hombres armados comienzan a disparar al techo para imponer su autoridad. La gente se arroja al suelo, y las luces titilan mientras los disparos llenan el aire. El estruendo de la balacera es ensordecedor.

Sin más opción, decidimos huir. Win toma el amuleto y lo guarda con cuidado, mientras Barcode y Bright nos siguen de cerca. Nos dirigimos hacia la puerta trasera de la mansión, buscando una vía de escape.

Mientras avanzamos por los pasillos, el sonido de las balas y los gritos de la multitud se mezclan en un caos aterrador. Estamos decididos a no ser atrapados, pero los hombres armados nos siguen de cerca.

Corremos por las escaleras, tratando de llegar a la planta baja y salir de la mansión. Las balas silban a nuestro alrededor, y siento la adrenalina correr por mis venas.

Finalmente, llegamos a la planta baja, y nos dirigimos hacia la puerta trasera. Mientras nos acercamos a la salida, los hombres armados están cada vez más cerca. Win saca su arma y dispara hacia atrás, tratando de mantenerlos a raya mientras avanzamos.

La puerta trasera se abre, y corremos hacia el jardín de la mansión. Los disparos continúan, y siento el viento de las balas rozando cerca de nosotros. No podemos permitirnos ser alcanzados.

Nos adentramos en el frondoso jardín mientras buscamos una forma de escapar de la propiedad. Los árboles y arbustos nos proporcionan algo de cobertura, pero los hombres armados no están dispuestos a rendirse.

Corremos a toda velocidad, saltando cercas y cruzando terrenos irregulares. El sonido de las balas sigue persiguiéndonos. Nuestra única esperanza es llegar a un punto de escape antes de que nos alcancen.

Finalmente, encontramos una brecha en la cerca que nos lleva a la calle. Corremos hacia la seguridad de la ciudad, nuestros corazones latiendo con fuerza y la certeza de que el peligro aún nos acecha.

Repletos de heridas y sangre, corremos sin rumbo por las calles, desesperados por huir del lugar. Nos encontramos en medio de la ciudad, sin un destino claro, ya que el hotel ya no es una opción viable. Win avista un taxi cercano y hace un gesto para que los cuatro subamos. Win se acomoda en el asiento del copiloto, y el taxista se sobresalta al notar nuestro aspecto.

Con una mirada amenazante, Win apunta con su arma hacia la entrepierna del conductor y lo sujeta del cuello. —Llévanos al motel Carmesí en Dueng —ordena con frialdad.

El conductor, entre tartamudeos, asiente y obedece. Durante el trayecto, Win mantiene la presión con el arma.

Al llegar al motel, salimos del vehículo como si nada hubiera ocurrido y entramos al lugar. Win parece calmado, en marcado contraste con el resto de nosotros.

Al ingresar a la recepción, nos topamos con un hombre armado acompañado de dos mujeres semidesnudas a su lado. Nuestro grupo se tensa ante la vista, y yo miro a Win en busca de una explicación.

Win nos susurra con precaución: —Relájense, este lugar atrae a un tipo particular de clientela. La mayoría son narcos y personas afines. Estamos seguros aquí.

Levanto una ceja, inquisitivo. —¿Seguros?

—Al menos más seguros que afuera —responde Win con confianza.

Suspiro, aceptando la situación. Win se dirige a la recepción para solicitar una habitación para todos por razones de seguridad.

No hay objeciones por parte del grupo, y seguimos a Win por los pasillos del motel, escuchando una variedad de ruidos que van desde golpes hasta gemidos.

Banished From The Preda // JeffBarcode (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora