Capítulo 7

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Habían pasado unos cuantos días desde que Gulf había aceptado salir con Smith y Mike, pero no se habían vuelto a ver por cuestiones de tiempo.

El pelirrojo con mucho esfuerzo había tenido oportunidad para dormir o comer debido a la presión que le ponía estudiar y trabajar al mismo tiempo, sin embargo, su jefa le había dado un día libre después de casi un mes.

Pero aún de esa forma, solo era su tarde la que estaba libre, ya que la universidad seguía asfixiandolo por la mañana. Y para colmo, iba tarde a un examen, no tuvo más remedio que correr a toda velocidad por el pasillo, a pesar de que eso estaba prohibido, no iba a peligrar su índice por unas tontas reglas.

Si faltaba a ese examen, todo iba a ser un desastre.

Con mucha agilidad iba esquivando varios alumnos que se interponían en su camino, faltaba poco para llegar, solo necesitaba seguir sin detenerse.

Pero en ese momento, una persona cruzó por su camino, no dándole el tiempo para frenar o cambiar dirección, cayendo sobre él y dando de golpe al suelo.

—¡Joder! –Exclamó el pelirrojo mientras abrazaba su muñeca, había quedado acostado sobre el suelo, pero se levantó justo cuando vio que el otro chico estaba de la misma forma. Los libros del pobre muchacho estaban regados por el suelo, así que Gulf comenzó a recogerlos, mientras el chico intentaba levantarse — lo lamento tanto.

El chico se levantó mientras sostenía su cadera.

—No te preocupes, creo que yo tambien debí haber visto hacia los lados antes de cruzar el pasillo. –El chico tenía piel pálida y era casi de la misma estatura de Gulf, lucía muy amable.

—Enserio, discúlpame, ando mucha prisa ya que voy a un examen super importante y no logré esquivarte –Gulf comenzó a caminar hacia donde estaba su salón— Espero algún día pueda volverte a ver, prometo compensartelo.

Sin más que decir, Gulf continuó su camino hacia el lugar asignado, y para su fortuna, el examen aún no había comenzado.

—Que suerte tengo –Susurró para si mismo.

Cuando Gulf llegó a su hogar, estaba tan agotado que por poco olvida que ese día no tenía que ir a trabajar

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Cuando Gulf llegó a su hogar, estaba tan agotado que por poco olvida que ese día no tenía que ir a trabajar. Entró a su habitación y se dio un largo y relajante baño, sintiendo como sus tensos músculos se aliviaban un poco.

Se puso la ropa más cómoda que tenía, siendo esta un buzo y una camisa dos tallas más grande. Se sentía liberado por lo menos ese día.

Lo único que lo desánimo un poco es que se dio cuenta que no tenía nada para comer, así que tendría que salir de la comodidad de su hogar para hacer sus compras en el supermercado.

—Que suerte tengo –Repitió por segunda vez en el día, pero esta vez, con un tono sarcástico.

Rodó sus ojos y se sentó en el sillon, recostó su cabeza en la parte trasera y dejó salir un largo suspiro. Cuando su mente estaba en blanco, lo primero que entró a su cabeza, fueron los dos chicos que habían vuelto sus días más felices.

FÉNIX [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora