EL GRAN EMPRESARIO

96 9 1
                                    

CAPÍTULO 2

Pasaron dos semanas y llegó el cumpleaños de su precioso hijo, así que los padres de Vegeta prepararon dos fiestas para él, una a la hora de comer con ellos y otra en el yate por la tarde en la que pudiera disfrutar con sus amigos.

Vegeta estaba muy feliz, cumplía 14 y sus padres habían confiado en él, eran un precioso día de verano, así que bajó a desayunar con sus padres.

Madre: feliz cumpleaños bebé (y lo besa en la frente)
Vegeta: mamá...!, ya lo hemos hablado... ya soy mayor...
Madre: para mi vas a ser siempre mi bebé, pero prometo no hacer esto en público
Vegeta: gracias mamá, te quiero, y a ti también papá
Padre: y nosotros a ti, y recuerda a mediodía vendrá tu tío para celebrar con nosotros
Vegeta: sí papá, a mis amigos les dije que quedabamos en el puerto a las siete de la tarde, así que hasta entonces soy todo suyo... qué han preparado para mi?
Los dos: SOPRESA!

Los padres de Vegeta habían preparado una comida familiar, estaban todos... incluidos...

Vegeta: tía Ana! (Y se fue directamente a abrazarla)
Tía Ana: mi sobrinito.... qué alegría me da verte, has crecido mucho en estos dos años que no nos hemos visto
Vegeta: sí, tenía muchas ganas de verte, mamá dijo que me tenía una gran sorpresa preparada... pero no esperaba que...
Tía Ana: yo! Pues aquí estoy, te he echado mucho de menos
Madre: hermana que tal el viaje?
Tía Ana: largo y cansado, pero... ahora es hora de celebrar con este diablillo... ya descansaremos luego
Vegeta: descansaremos?
Tía Ana: si claro, mira te voy a presentar a mi prometido, pero ten paciencia con él... aún no domina nuestro idioma, este es Peter
Vegeta (le da la mano): mucho gusto Peter, soy Vegeta, el sobrino favorito de mi tía Ana
Peter: hello Vegeta, en...can...ta...da...
Vegeta: encantado, se dice, encantado (y se ríen los dos)
Madre: y para cuando la boda hermana
Tía Ana: será en dos meses, la vamos a celebrar aquí... si no te importa
Madre: por supuesto que no, esta sigue siendo tu casa aunque nuestro padre me la dejará a mi al ser la mayor
Tía Ana: lo sé hermana, pero gracias... y ahora... ten tu regalo Vegeta

Vegeta abrió su regalo y se quedó petrificado, no esperaba aquello para nada.

Vegeta: pero tía... esto es...
Tía Ana: es el reloj de tú abuelo, el hubiera querido que lo tuviera su primer nieto varón, y ese eres tú, además con 14 años ya es hora de que lleves reloj
Vegeta: gracias (y la abraza), lo cuidaré mucho pero sólo lo voy a usar en ocasiones especiales como tú boda, no quiero que se estropee o pierda
Tía Ana: es tuyo así que haz lo que quieras (y le da un tierno beso en la mejilla)
Madre: muy bien, la comida está servida... disfrutemos del cumpleañero....

La comida transcurrió entre risas y anécdotas, la tía Ana había pasado los dos últimos años en el extranjero, París, Roma, Nueva York... así que Vegeta quería que le contará muchas cosas, pero el tiempo transcurría rápidamente y cuando quiso darse cuenta debía prepararse para su otra fiesta.

Vegeta: debo ir a cambiarme
Padre: muy bien hijo... y no olvides todo lo que hablamos
Vegeta: sí papá, nos vemos cuando vuelva tía... aún tienes muchas cosas que contarme (sonrie)
Madre: no vuelvas muy tarde, sí?
Vegeta: no te preocupes mamá
Tía Ana: hasta mañana sobrino, disfruta de la fiesta

Vegeta asiente y se despide de todos los familiares que se habían reunido para festejar su cumpleaños número 14.

Continuará...

Escrito por Mer Lois

EL GRAN EMPRESARIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora