CAPÍTULO 7
Los años pasaron, la vida de Vegeta cambió por completo, los primeros meses habían sido muy duros para todos, Vegeta se había convertido en huérfano y heredero de una gran fortuna y una enorme casa, pero se sentía vacío en esa casa... así que su tía Ana que tenía su custodia y que en un principio se trasladó a aquella enorme casa, decidió que era mejor que fuera su sobrino quien se fuera a vivir con ella hasta que fuera a la universidad.
La empresa quedó a cargo del hermano de su padre hasta que el fuera mayor de edad y su tía sería la albacea de sus bienes y su tutora.
Eso a Vegeta le parecía bien, hasta tal punto que pasado unos meses le pidió a su tío que se hiciera cargo de la empresa hasta que él acabara sus estudios, no quería defraudar a su padre.
Durante esos años el dolor había ido bajando de intensidad, pero... cuando había tormenta... lo pasaba muy mal, tanto que cuando llegó el momento de sacarse el carnet de conducir no quiso, su tío Peter tuvo que convencerle para ello, e incluso le prometió que si había tormenta el tampoco cogería el coche hasta que pasara, y al decirle todo aquello Vegeta accedió y se sacó el carnet.
Era el momento de ir a la universidad, acababa de cumplido 18 años ese verano y había terminado los estudios con todo matrículas de honor como le había prometido a su padre.
Gracias a sacarse el carnet no había dependido de nadie para ir al puerto a navegar en el yate de sus padres, allí solía llevar a las chicas con las que solía divertirse, aunque no solían durarle más de un mes o dos.
Pero ahora tocaba volver a estudiar y aunque allí conocería más chicas con las que divertirse, lo más importante era sacarse las dos carreras a las que se había matriculado, quería ser el mejor y el más preparado para llevar la empresa de su padre a lo más alto, no dejaría que nadie intentara acabar con el legado de sus padres.
También había acordado con su tío que iría a la empresa los sábados para ir poniéndose al corriente poco a poco de lo que sucedía en su empresa, aunque por el momento fuera él la cabeza visible como lo había sido desde que murió su padre.
A su tía Ana le parecía demasiadas cosas para un chico de su edad pero él no estaba dispuesto a retroceder en sus decisiones, así que con el paso del tiempo se había vuelto memos sociable que cuando era niño, se ponía irascible cuando las cosas no eran o no salían con el quería, no permitía que nadie le dijera lo que tenía que hacer, nadie podía llevarle la contraria.
Aún así cuando no estaba estresado, cuando se relajaba seguía siendo el chico cariñoso que ella conocía, ella había intentado suplir a su hermana y su cuñado lo mejor que había podido, y al igual que su hermana, aunque ella tuvo la suerte de ser bendecida con Vegeta..., no había podido tener hijos con Peter.
Los años siguientes pasaron a un ritmo vertiginoso, Vegeta había cumplido 21 años y ya se había sacado una de sus carreras, le quedaban dos años para terminar la otra, pero estando en esa situación vio una oportunidad única para obtener una asoción beneficiosa para su empresa saliendo con la hija de un empresario.
La chica era un año menor que él, era alta, guapa, pelirroja, no estaba nada mal, pensaba divertirse con ella pero... debería ir más despacio que de costumbre si quería conseguir esa asociación, así que seguramente tendría que durarle más de un mes o dos.
Continuará...
Escrito por Mer Lois

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EL GRAN EMPRESARIO
RomanceEsta historia es la primera parte de tres tituladas: El gran empresario Esta princesa atrapada soy yo El empresario y la princesa